Hollywood suele ser un vivero laicista y anticristiano aunque a veces puede dar alguna que otra sorpresa. Y esta vez ha sido gracias a la película Miracles from Heaven (en español, Milagros del Cielo), que ya ha hecho honor a su nombre y habría podido producir ya sus primeros “milagros”.
ReL / La película, un canto a la vida y a la fuerza de la fe, contrasta con lo que la industria cinematográfica estadounidense está acostumbrada a producir. Y es que a una de las protagonistas, la actriz Jennifer Garner, le ha puesto en camino en su búsqueda de la fe.
Una película que muestra la fuerza de la fe
El filme se basa en la autobiografía de Christy Beam, madre de Anna, la verdadera protagonista de esta historia. El relato se centra en una familia americana que tiene una fe profunda, que es puesta a prueba cuando la hija de tan sólo 10 años comienza a mostrar los primeros síntomas de una enfermedad que la impedirá comer.
El diagnóstico irreversible lanza a los padres de la niña a una dura lucha para conseguir que los médicos logren al menos frenar la enfermedad y aliviar los fuertes dolores que sufre. Pero los acontecimientos, recordemos que está basado en hechos reales, dan un nuevo giro inesperado.
Un día la pequeña Anna se subió a un árbol desde el que más tarde se cayó quedando en coma. Esto acentuó aún más la angustia y la lucha de su familia, que nunca dudó en que debían seguir el camino de la vida y no el más sencillo que lleva a la muerte.
Pero inesperadamente la niña despertó del coma y más sorprendentemente aún se había curado de su enfermedad crónica irreversible. Ni los médicos ni los padres daban crédito a lo que veían. Además, ella contó algo que explicaba lo sucedido: mientras estaba en coma ella pudo estar en el Cielo. Y la curación la consideraba un milagro, de ahí el título de la película, Milagros del Cielo.
La actriz protagonista, impactada con el testimonio
Jennifer Garner quedó impresionada durante el rodaje con la fe de la gente cristiana al observar cómo viven los acontecimientos de sufrimiento. El rodaje de la película ha sido para ella un estímulo en la búsqueda de la verdad pero también para sus hijos.
Y esta inquietud religiosa la puso de manifiesto en la presentación de la película ante los medios. “Es algo de lo que nunca he hablado…así que estoy un poco nerviosa”. Así empezó Garner la rueda de prensa a pesar de la tremenda experiencia que tiene en este tipo de eventos en Hollywood. Y es que la actriz confesó que la historia de la película parecía “estar hecho a propósito para mí”.
La estadounidense confesó en ese momento que cuando era pequeña y vivía en Texas iba a la iglesia todos los domingos pero que dejó de hacerlo cuando se mudó a Los Ángeles para desarrollar su carrera. Y en la ciudad del cine “no se habla de la fe” y cuando se hace, afirma Garner, “se hace de manera totalmente política”. “Si eres creyente se te considera un extraño y no hay manera de construir puentes”, afirmó.
Además, realizó otra observación que deja en mal lugar a la industria cinematográfica pues dijo que en este mundo se trata normalmente a los creyentes como gente extraña “pero lo que he aprendido con esta película es que son gente normal”.
Ha vuelto a la iglesia décadas después
Otro de las consecuencias importantes que ha tenido el rodaje de la película para la protagonista es la educación de sus hijos. Afirmaba Jennifer Garner que esta película le ha llevado a tomar la decisión de hablar con sus tres hijos. “Ha sido un regalo de la película el que nos ha llevado a buscar nuestra iglesia metodista local para ir todos los domingos. Es muy dulce”. “Me siento inmensamente agradecida a esta película”, insistió.
Pero es que el rodaje de este filme puede tener otra consecuencia más para Jennifer Garner. La actriz se divorció hace más de un año del también conocido artista Ben Affleck, padre de sus tres hijos.
Sin embargo, pese a la firma de los papeles de divorcio la prensa estadounidense está publicando que en las últimas semanas se podría estar produciendo la reconciliación entre ambos. ¿Podría ser este otro milagro del cielo?