La dueña del P.B. Jams -un local de comida rápida ubicado en Warr Acres, Oklahoma- está abriendo las puertas de su restaurante a una persona a la que muchos rechazarían. Ashley Jiron se percató hace unos días que alguien estaba hurgando en su basura, en busca de algo de comida, y se sintió conmovida.
Ashley simplemente no pudo ignorar lo que vio ese día. Así que decidió poner este letrero en el contenedor de basura y en la puerta principal del restaurante:
“Para la persona que estaba buscando en la basura su próxima comida; tú eres un ser humano y te mereces más que alimento sacado del basurero. Por favor, ven a visitarnos cuando estemos abiertos para probar nuestro clásico sándwich, vegetales frescos y un vaso de agua. Gratis. Sin necesidad de preguntas. Tu amiga, la dueña”. La fotografía fue capturada por Greg King, quien vio esto y decidió compartirlo. Y a pesar de que el destinatario aún no se hace presente en el restaurante, la mujer está empeñada en lograr que él al menos lea la nota:
“Amigos de Warr Acres, si llegan a ver a esta persona, por favor, háganle saber sobre esta nota. No voy a botar el letrero hasta que él se aparezca. Y los que he dejado en el trastero seguirán siendo arruinados por la lluvia…. Actualización: después de que el viento se llevara la copia laminada, he ideado una forma de mantenerla firme, a través de una cinta más resistente”.
La publicación ha tenido buena acogida en las redes sociales, y muchas personas han escrito en la página de la red social Facebook del restaurante para mostrar su admiración, y estos son algunos de los comentarios:
“Nunca he estado en tu restaurante, pero lo haré pronto. Por tu forma de manejar las cosas, te has ganado un nuevo cliente”.
“Tu historia me conmovió. La he compartido, y si llego a conducir por esa ruta, me detendré en tu restaurante”.
“Acabo de ver tu historia en internet. Desearía estar en Oklahoma para pasar por tu restaurante. Eres un buen ser humano. necesitamos más gente como tú. Bendiciones”.
La emoción de la gente es entendible. Y es que en un país tan grande y mixto como EE.UU, es fácil olvidar que más de 600.000 personas no tienen un hogar, o que más de 17 millones de familias no tienen suficiente dinero para comer.