Lo que hace dos años era impensable, hace un año, prácticamente imposible y hace sólo unos meses, altamente improbable, está a punto de producirse. Fuentes de Podemos aseguran a Libertad Digital que están dispuestos a aceptar ahora una alianza electoral nacional para acudir con Izquierda Unida a unos, más que probables, nuevos comicios el 26 de junio. Pero recalcan que «aún» no hay ningún tipo de «acuerdo cerrado».
LD / Hasta ahora, los dirigentes del partido morado habían rechazado de plano la posibilidad de una unión a nivel estatal, pero finalmente en Podemos se han rendido a la evidencia de las matemáticas.
Las últimas encuestas publicadas en las que experimentan un cierto descenso, el crecimiento de los de Alberto Garzón y la posibilidad de que la suma pueda dar el sorpasso al PSOE, han hecho recular a los de Pablo Iglesias. Según han asegurado fuentes de la formación a Libertad Digital, «sabemos contar, es pura aritmética». Mientras, desde Izquierda Unida, se muestran dispuestos también a estudiar renunciar a sus siglas en el nombre electoral.
Los detalles
Pero hasta aquí el camino andado por ahora. Estas mismas fuentes reconocen que aún faltan por concretar numerosos detalles. El primero sería el de la fórmula jurídica con la que acudir a estas elecciones. Desde IU son más propensos a una coalición electoral por una sencilla razón: poder cobrar ambos las subvenciones electorales y mantener su condición de partido independiente. En Podemos continúan buscando la manera de que la alianza sea sólo un «matrimonio de conveniencia».
Otro de los temas que aún quedan por cerrar es el del nombre que va a llevar esta candidatura. Lo que aseguran desde Podemos es que Izquierda Unida piensa aceptar no incluir sus siglas y entre los nombres que se barajan estaría el de Podemos en Común, aunque es sólo una primera idea.
Los puestos en las listas serían el tercer escollo que queda por salvar, y el único que podría hacer que este acuerdo se enturbiase. Alberto Garzón, dicen, podría querer ir en uno de los primeros números por Madrid, lo que relegaría al número dos del partido, Íñigo Errejón.
Desde Podemos también explican que habría que consultar de nuevo a sus bases, ya que, cuando las matemáticas no eran tan visibles, se hizo una consulta en las que, con una pregunta imposible, rechazaron la fórmula estatal. Ahora Iglesias tendrá que cambiar su discurso para que sus inscritos vuelvan a respaldarlo.