«Por favor, no mires hacia otro lado» es más que una consigna. Se trata de una llamada de auxilio, una petición desesperada a los ciudadanos para que ayuden a combatir la pornografía infantil en internet, donde cientos de pedófilos campan a sus anchas bajó la cúpula de redes sociales como Telegram. El mensaje de socorro es de un grupo que se dedica a perseguir y cazar a estos adultos pervertidos que sienten atracción sexual hacia niños. Se infiltran entre ellos para delatarles, y van denunciando sus conductas viciosas a la Fuerzas de Seguridad.
El Mundo / Estos valientes anónimos, aproximadamente unos 20, han conseguido desde principios de 2016 descubrir a 400 pedófilos y trasladar sus averiguaciones a la Policía Nacional y la Guardia Civil. Saben que estos pervertidos tienen garantizado la falta de control, y saben que la nueva comunidad virtual no va a facilitar sus datos ni a cerrar ningún chat sin su lucha silenciosa. En la actualidad hay más de 200 grupos de pedófilos detectados.
En las cibercharlas, estos delincuentes comparten desde violaciones y zoofilia con bebes, hasta sadomasoquismo con niñas de cuatro y cinco años. Pero sus horrendos crímenes quedan impunes al amparo del anonimato que proporciona internet. Por eso es tan importante «no mirar hacia otro lado», y atender la petición de un grupo de personas que se han unido para conseguir acceder a estos datos y que la Justicia pueda hacer su trabajo. A principios de este año crearon el canal denominado @antipedofilos al que puede acceder cualquier persona. Desde esa plataforma han emprendido una campaña para desenmascarar a estos colectivos, en los que ya participan cientos de degenerados.
No tienen ningún ánimo de lucro y prefieren mantener el anonimato, pero han dedicado mucho tiempo a detectar e introducirse en los chats. Gracias a su labor se han podido obtener teléfonos, correos electrónicos, cuentas de Facebook y otros datos que se han entregado a la Policía y la Guardia Civil.
Llamamiento
También hacen un llamamiento a Telegram para que atienda sus demandas y les ayude a señalar a los delincuentes. Advierten de que las futuras víctimas podrían ser «vuestros hijos o familiares» y su intención es «llegar al máximo de personas posibles», por lo que han comenzado a recoger firmas para que los propietarios de Telegram tomen conciencia de la gravedad de los hechos que se esconden en la oscuridad de la red.
La mayoría de los pedófilos descubiertos son sudamericanos con una edad media muy joven. Usan seudónimos y suelen conseguir las fotos de los menores mediante las deepweb, donde hay espacios donde adquirir este material con bitcoins.
Los infiltrados de @antipedofilos aprovechan que estos grupos suelen quedar «públicos» durante un tiempo para camuflarse entre ellos. «Nosotros lo vemos, nos metemos sin decir nada y vamos sacando la información», señalan.
Gracias a su labor de denuncia, Telegram ha cerrado ya varias de las cuentas. «Nunca investigamos nada, solo trasladamos los hechos a la Guardia Civil y la Policía, y una vez que han actuado lo delatamos a Telegram para que se clausure la cuenta», señalan. Además, aclaran que nunca ven las imágenes ni las comparten. «Nunca se descargan y los pantallazos que se ponen en el canal son de las imágenes sin descargar y difuminadas», advierten.
