El juez de lo Contencioso-Administrativo número 11 de Madrid ha decidido autorizar la presencia de banderas esteladas en la final de la Copa del Rey entre el FC Barcelona y el Sevilla FC, que se celebra este domingo en el estadio Vicente Calderón de Madrid.
El Mundo / El juez ha estimado la petición de una asociación de abogados de dejar sin efecto la prohibición acordada por la Delegación del Gobierno. Según la resolución, esa prohibición «impide, de forma pacífica, manifestar y expresar su ideología política con la exhibición de la bandera estelada, sin que concurran razones y motivos con la entidad suficiente como para poder restringir el uso de un derecho fundamental», en referencia a la libertad de expresión.
«En ningún caso ha resultado probado en este momento procesal que la exhibición de la llamada estelada puede incitar a la violencia, el racismo, la xenofobia o cualquier otra forma de discriminación que atente contra la dignidad humana», añade. «Como manifestación de una ideología política o creencia», prosigue, «no se justifica [por parte de la Administración] en qué medida infringe el orden jurídico existente y en qué medida pudiera seguirse perturbación grave de los intereses generales».
Sin apoyo de la Fiscalía
La postura del juez no ha contado con el apoyo de la Fiscalía, que poco antes ha informado a favor de mantener la decisión de la Delegación del Gobierno. Según el escrito dirigido al juez, la Fiscalía provincial de Madrid, el recurso presentado por la asociación de abogados no especificaba el «perjuicio irreparable» a la libertad de expresión.
«En ningún caso puede justificar la suspensión cautelar», según el fiscal, quien recordaba que no basta con que concurra un supuesto perjuicio irreparable, sino que también es necesario que la suspensión de la prohibición «no ocasione perjuicios graves a intereses de tercero».
Tormenta política
La decisión de la Delegación del Gobierno ha provocado, igualmente, una amplia polvareda política. Así, mientras el Govern había aprovechado el veto a la estelada para dar aire al proceso independentista, desde el Ejecutivo central se ha insistido en que la prohibición ha respondido a «criterios técnicos y no políticos», según ha señalado la vicepresidenta del Gobierno en funciones, Soraya Sáenz de Santamaría. Una opinión que no ha sido compartida por todos los miembros del Gabinete, puesto que el ministro de Exteriores, José Manuel García-Margallo, ha dejado claro desde Bruselas que la prohibición de la estelada es «mucho más una cuestión política que una cuestión técnica».
Tampoco ha habido unanimidad en las filas populares. El líder del PP en Cataluña, Xavier García Albiol, afirmó que «no compartía» la decisión y que por una cuestión de principios está en contra «de que se prohíban las banderas».