Podrán perder su financiación pública en el caso de negarse a ceder ante la nueva imposición del Obamacare.
Infovaticana / Tras amenazar a los centros escolares con retirar la financiación federal si se niegan a permitir que los alumnos transexuales utilicen el baño según el género con el que se sienten identificados, ahora la administración de Barack Obama advierte a los hospitales que podrían perder los fondos federales si se niegan a practicar abortos y realizar operaciones de cambio de sexo.
Según informa LifeSiteNews, el Departamento de Salud y Servicios Humanos (HHS) de Estados Unidos ha instado a los profesionales de la salud que reciben fondos federales a llevar a cabo operaciones de cambio de sexo y abortos calificando de discriminación la negativa a proporcionar estos “servicios”.
En caso de negarse al requerimiento del Departamento de Salud, los profesionales sanitarios se enfrentarían a la retirada de las ayudas del Gobierno estadounidense y a la posible notificación al Departamento de Justicia de la violación de la actual ley sanitaria, más conocida como Obamacare.
El director de la Asociación Americana de Médicos y Cirujanos, Dr. Jane Orient, ha denunciado la amenaza de la imposición de la ideología de género en la medicina protagonizada por la administración de Obama.
“El cambio de sexo, en especial en los menores, inflige un daño irreversible en personas que son demasiado pequeñas para dar su consentimiento”, sostiene Orient, quien ha añadido que los tratamientos como la castración química o quirúrgica constituyen “un experimento social” que debería considerarse “un crimen contra la humaniadad”.
“Inventa de la nada una nueva definición de discriminación sexual que incluye tanto la identidad de género como el aborto,” ha declarado el vicepresidente de Asuntos Gubernamentales de The Family Research Council David, al tiempo que calificado la medida de “intolerante e injusta”.
