Mariano Rajoy y Albert Rivera dieron un “paso decisivo” para acabar con el bloqueo político. Atrás quedaron las malas sensaciones de Ciudadanos tras el Comité Ejecutivo del Partido Popular, en el que el presidente en funciones rehusó abordar las condiciones impuestas por su interlocutor y no dio la fecha de investidura. Poco más de 24 horas después, todo cambió, y la alianza entre ambas formaciones salió fortalecida, aunque partiendo de la base de que la abstención del PSOE sigue siendo fundamental para esquivar las terceras elecciones.
LD / El líder del PP no ofreció resistencias ante Rivera y aceptó todas sus líneas rojas. A saber, las seis medidas de regeneración reclamadas para abrir una negociación que propicie pasar de la abstención “técnica” al sí en la investidura y su compromiso a someterse a la votación de las Cortes. La fecha de la sesión se sabrá este mismo jueves por la tarde, después de que se produzca una conversación entre Mariano Rajoy y la presidenta del Congreso, Ana Pastor. «A una investidura no se puede ir cuando uno tiene la certeza absoluta de que no puede ser investido; por eso, ahora voy», arguyó Rajoy. “Tiene que ser cuanto antes”, enfatizó el líder centrista, que se mostró satisfecho sobre el resultado del encuentro.
Las alarmas volvieron a sonar tras la Ejecutiva del PP -con la amenaza de nuevas elecciones en prácticamente todas las portadas-, pero Rajoy quiso tranquilizar a su equipo más próximo el mismo miércoles en una larga comida. “Muchas dudas quedarán resueltas tras la reunión con Rivera”, deslizaron dos vicesecretarios generales, tal y como publicó este diario. Solo minutos antes de que diera inicio la cita, María Dolores de Cospedal auguró que habría “noticia”, mientras que el portavoz parlamentario de Ciudadanos, Juan Carlos Girauta, dejaba claro que o se aceptaban las seis medidas y se fijaba fecha para la investidura o no se daría inicio a las negociaciones.
Finalmente, esa noticia se produjo, y Rajoy quiso inmediatamente elevar la presión sobre el Partido Socialista. El martes por la noche, su equipo intentó sin éxito concertar una comunicación con Pedro Sánchez, pero Ferraz se negó con el argumento de que antes debía haber una fecha de investidura encima de la mesa. Este jueves, tras verse con Rivera, el presidente en funciones insistió: “Voy a intentar hablar con el señor Sánchez y, para ser exitoso en mi pretensión, lo mejor que puedo hacer es dejar las cosas en este punto exacto en el que las estoy dejando”.
La necesaria colaboración de Sánchez
El objetivo de Mariano Rajoy es que Sánchez le diga claramente su hoja de ruta. “Le pediré su colaboración o que plantee una alternativa”, dijo. Antes, la número dos del PP dio alas a la posibilidad de que el secretario general de los socialistas intente un acuerdo con Podemos y las formaciones independentistas. Si no fuera ni lo uno ni lo otro, prosiguió el presidente en funciones, “tendríamos que ir a elecciones y los que bloquean tendrían mucha más culpa”.
Como viene siendo habitual, Albert Rivera fue el primero en comparecer, y avanzó los grandes titulares. De nuevo, él era el que llevaba corbata y Rajoy el que ofreció un estilo más desenfadado. El líder de Ciudadanos informó que serán Rafael Hernando y Juan Carlos Girauta los encargados de firmar el viernes el acuerdo anticorrupción, que incluye medidas como la reforma electoral, la supresión de aforados o la apertura sobre el caso Bárcenas -extremo sobre el que el presidente en funciones rehusó contestar en varias ocasiones. En ese sentido, pidió al PSOE que se sume a ese pacto de mínimos, que coincide sustancialmente con el acuerdo que firmaron a principio de años socialistas y centristas. “Que lo que firmaron hace cinco meses siga siendo bueno ahora, en cuanto a contenidos”, fueron sus palabras.
El líder centrista puso el foco en dos de las medidas que se firmarán este viernes que necesitan mayorías superiores a los 169 escaños que suman PP y Ciudadanos. “Hacen falta que los 137 escaños del PP y los 32 de Ciudadanos y algunos más. Por eso queremos atar, por decirlo de alguna manera, esos escaños, para que siempre tengamos una posición amplia en la cámara”, destacó. En todo caso, matizó que no mantiene ninguna comunicación con Sánchez, toda vez afirmó que ése es un trabajo que le corresponde a Rajoy.
La negociación entre los equipos de Partido Popular y Ciudadanos que comienza este viernes sólo desembocará, como adelantó Mariano Rajoy el miércoles, en un acuerdo de investidura. Rivera señaló que, en ese sentido, es más parecido a los acuerdos alcanzados a nivel autonómico, señaladamente con Cristina Cifuentes en Madrid y con Susana Díaz en Andalucía, que al pacto suscrito con el PSOE en febrero, con el que Pedro Sánchez fracasó en su investidura. Además, el presidente de Ciudadanos contestó con un rotundo «no» al ser preguntado por la posibilidad de formar parte de un Ejecutivo, algo a lo que el PP sigue abriendo la puerta.
