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Carmen Cabezuelo, la falangista que desapareció sin dejar rastro

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Carmen Cabezuelo
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A buen seguro que el nombre de Carmen Cabezuelo no le dirá nada absoluto a la mayoría de nuestros lectores. Pese a ello, en www.guerraenmadrid.com hemos decido sacar a la luz su historia durante la Guerra Civil, una historia que ha sido silenciada prácticamente por todos los medios de comunicación y que podría asemejarse con a la de las ’13 Rosas’ de las que se habla sin cesar todos los veranos. Por desgracia, el asesinato por parte de los dos bandos de cientos de personas anónimas y “poco mediáticas” sigue siendo silenciado por una parte muy importante de nuestros medios de comunicación social.

Guerra en Madrid / Al empezar la guerra, Carmen Cabezuelo (natural de Sigüenza) tenía 25 años y residía en lo que hoy se conoce como urbanización Campo Real en El Escorial (Madrid). Hija de Francisco Cabezuelo, administrador de la fábrica de chocolates ‘Matías López’ de esta localidad, Carmen era una de las máximas responsables de la Falange en la Sierra de Guadarrama, cargo que le convertiría en uno de los principales objetivos de los milicianos de la zona al estallar la sublevación militar del 18 de julio. Además, todo el mundo conocía que era novia de José María Alfaro (luego director del Diario Arriba), uno de los fundadores de Falange y persona de confianza de José Antonio Primo de Rivera.

Sabemos por la denuncia que interpuso su padre ante las fuerzas nacionales una vez terminada la Guerra Civil, que Carmen Cabezuelo fue detenida el día 19 de julio de 1936 al mediodía y trasladada al Ayuntamiento de El Escorial por orden del alcalde socialista Dionisio Fernández- Salinero Ferro donde fue sometida a un interrogatorio. Posiblemente la persona que denunció a Carmen y comunicó con exactitud a los milicianos la dirección exacta donde podían encontrarla fue un obrero chocolatero de la fábrica donde trabajaba su padre llamado Carlos Vega con el que había tenido algún roce el progenitor de nuestra protagonista.

Gracias a las gestiones realizadas por su padre y por los responsables de la fábrica de chocolates, Carmen Cabezuelo consiguió ser trasladada del ayuntamiento a la cárcel de San Lorenzo del Escorial, situada en el ‘Salón de Coches’ del mismo Monasterio. El encargado del traslado fue el propio alcalde de El Escorial.

A punto de ser ejecutada

Durante el tiempo que estuvo en prisión, Carmen fue sometida a malos tratos de palabra y a tres simulacros de fusilamiento, según relató tras la guerra Alfredo del Moral (pintor decorador) que había compartido prisión con ella. Uno de esos simulacros se llevó a cabo muy cerca de un pajar próximo a la fábrica de Chocolates. En el, un miliciano introdujo el cañón de una pistola en la boca de Carmen diciéndole que iba a matarla si no le decía los nombres de todos los falangistas de El Escorial. También le dijo que él mismo había asesinado a Alfaro, su novio, algo que no era cierto porque él se encontraba refugiado en la embajada de Chile de Madrid. Pese a lo impactante de la situación, Carmen sobrevivió a ese simulacro con una pequeña hemorragia en la cabeza y con un susto de espanto, circunstancia que le provocó que se agravaran unos problemas estomacales que tenía de niña.

Fábrica de Chocolates Matías López de El Escorial

El alcalde de El Escorial fue consciente de estos simulacros, aunque existen ciertas dudas sobre el papel que jugó en el caso de Carmen Cabezuelo. Según las declaraciones del padre de Carmen, Dionisio Fernández-Salinero hizo “un teatrillo” para hacer creer a la familia Cabezuelo que gracias a sus actuaciones, Carmen había salvado la vida. Una vez terminada la guerra, el alcalde fue ejecutado por la justicia franquista tras ser condenado a muerte.

En la prisión de San Lorenzo, Carmen Cabezuelo fue trasladada a la enfermería para solucionar sus problemas estomacales que le producían vómitos cada vez que ingería alimentos. Sin embargo, con el paso de los días fue mejorando su estado de salud y el trato recibido en la cárcel tal y como afirmaría su progenitor tras la guerra. El 4 de octubre de 1936 salió en libertad y se marchó a Madrid para recuperarse de sus problemas de salud.

Veamos ahora unas declaraciones textuales del padre de Carmen que aparecen reflejadas en el magnífico libro escrito por Laura Sánchez Blanco ‘Rosas y Margaritas’ que dicen lo siguiente:

“El alcalde la trasladó a Madrid en libertad el 4 de octubre, pretextando traerla a la capital para recluirla en un sanatorio, no siendo así. La dejó instalada en la calle Toledo, número 54 en el domicilio de unas tías suyas. Con frecuencia la visitaba el alcalde brindándole su protección. En una de esas visitas le participó que tenía que acompañarle a Guadarrama donde era reclamada por el Cuartel General Rojo. Allí fue encerrada en la biblioteca de un hotel, comunicándole que había sido condenada a muerte. Presentándose de madrugada un oficial, el mismo que le había anunciado su sentencia, y le dijo que había sido revocada, regresando a Madrid con el alcalde que se atribuía un nuevo triunfo. El oficial referido se franqueó ante ella como fascista”

Durante los meses de octubre y noviembre de 1936 Carmen gozó de cierta libertad residiendo en la calle Toledo de Madrid. Sin embargo, a finales de año fue arrestada una vez más por la Policía republicana y trasladada hasta una especie de cuartel policial situado en la carretera de San Francisco. En el momento de su detención se encontraba acompañada por su primo Domingo García López-Hernando. Según su padre, en este “cuartelillo” solo estuvo un par de días en los que Carmen se “ganó la confianza de los milicianos” que terminaron invitándole a que “les acompañara a comer cuando quisiera”.

¿Refugiada o engañada en la embajada de Finlandia?

Como consecuencia de esta última detención, nuestra protagonista tomó la decisión de abandonar su domicilio en la calle Toledo y refugiarse en la embajada de Finlandia en la capital, donde ya se encontraban un gran número de derechistas y militares perseguidos por las autoridades republicanas. La embajada, que estaba situada en el número 21 de la calle Zurbano, estaba gestionada por un ciudadano español llamado Francisco Cachero López (había sido trabajador de esta legación) que se autoproclamó, tras la marcha de los diplomáticos finlandeses, cónsul honorario de Finlandia en España y encargado de negocios de la misma”. Según se dijo tras la guerra y así viene reflejado en el libro ‘Diplomacia, humanitarismo y espionaje en la Guerra Civil’ de Moral Roncal, Cachero no acogió de manera altruista a todos los refugiados y a muchos de ellos les pidió altas cifras de dinero para acogerles en los pisos que tenían bandera finlandesa.

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Carmen Cabezuelo

No sabemos si Carmen Cabezuelo pagó o no a Francisco Cachero por alojarse en la embajada de Finlandia, lo que sí sabemos es que ella estaba allí el 03 de diciembre de 1936. Justo este día, las autoridades republicanas decidieron asaltar la embajada finlandesa con la excusa de que en su interior se alojaban miembros de la Quinta Columna y que se habían producido lanzamiento de bombas desde su interior hasta la calle. No era cierto. La verdad es que tanto Cachero como algunos miembros de administración republicana se estuvieron lucrando a costa de los asilados hasta que la situación se volvió ingobernable: no había suficientes víveres para todos (se calcula que unas 2000 personas) y además, los refugiados se habían quedado sin dinero. Este fue el verdadero motivo por el que finalmente se tomó la decisión de asaltar la embajada de Finlandia y los pisos irregulares que Cachero y sus secuaces habían montando dentro de Madrid.

En una checa comunista clandestina

Cientos de personas fueron detenidas aquel 3 de diciembre de 1936 entre ellas Carmen Cabezuelo que fue trasladada hasta la cárcel de San Rafael en Chamartín, donde se había establecido una nueva prisión para mujeres desafectas y “enemigas del régimen republicano”. En esta cárcel se encontraba ya la madre de Carmen que había sido trasladada desde El Escorial. Posiblemente también se encontraba su hermana María, aunque este término no lo hemos podido confirmar hasta el momento.

Cabezuelo pasó algunos días en San Rafael hasta que volvió a ser puesta en libertad a principios de 1937. Desconocemos los motivos por los que consiguió su libertad, sin embargo, el 20 de enero de este año fue arrestada de nuevo, “pese a ocultarse lo máximo posible”, según comentaría su padre. Su detención se produjo en la calle Alcalá junto a las Escuelas Aguirre. En esta ocasión no fue trasladada a ninguna prisión oficial sino que sus captores se la llevaron a una checa clandestina, conocida con el sobrenombre de ‘El Castillo’, situada según ‘Rosas y Margaritas’ en la calle Alonso Heredia (frente al número 12 moderno), esquina José Picón 6.

Muchos de nuestros lectores se preguntarán, ¿quién estaba realmente detrás de esta nueva detención de Carmen Cabezuelo? Sin duda alguna, un grupo de milicianos del Radio Este comunista de la Guindalera que llevaban semanas trabajando para acabar con los falangistas y tradicionalistas que permanecían emboscados en la retaguardia madrileña. Hemos podido saber que estuvo en ‘El Castillo’ durante más de un mes coincidiendo en esta checa con los miembros de la organización falangista ‘Del Rosal’ que acababa de ser desarticulada por las seguridad republicana (doce de sus miembros serían fusilados en Valencia más adelante).  

Checa donde estuvo recluida Carmen Cabezuelo
Checa donde estuvo recluida Carmen Cabezuelo

Durante estos días presa, Carmen contactó con Antonio del Rosal, máximo responsable de esta organización, al igual que ella falangista. Sin embargo, mientras que a Antonio le maltrataban constantemente sus captores, el trato que recibía Carmen era distinto. Según Víctor García Martín, estudiante de Oviedo que coincidió con Cabezuelo en el ‘Castillo’, ella gozaba “de cierta libertad en la checa”.   Esta versión contrasta con la que el propio Del Rosal transmitiría más adelante a María Cabezuelo (hermana de Carmen) que le dijo que también ella recibió malos tratos por parte de los responsables de la checa.

¿La inteligencia rusa tras sus pasos?

Tomás Durán González, un agente de la inteligencia republicana, que a punto estuvo de ser captado por el NVKD soviético, afirmó tras ser detenido después de la guerra, que Carmen Cabezuelo “trabajaba para la Policía” aunque los milicianos que estaban en la checa de ‘El Castillo’ tenían “desconfianza de ella y no se atrevían a utilizarla por creerla con inteligencia superior, capaz de engañarles, recibiendo el encargo el declarante (Tomás Durán) de hablar con ella y dar su opinión”. Asimismo también dejó claro que Cabezuelo se encontraba en esta checa al convertirse esta en prisión de la Dirección General de Seguridad, ignorando si fue sacada de allí. Que el encargo de ponerse al habla con Carmen para determinar si era utilizable para el servicio, lo recibió de Colinas o de Víctor Ronda”.

Durán afirmó no saber lo que sucedió con Cabezuelo tras la guerra. De hecho, después de que los miembros de la organización Del Rosal fueran trasladados de ‘El Castillo’ a la cárcel de San Antón, tampoco supo a ciencia cierta si ella también fue evacuada de la checa. Pese a todo, volvió a oír hablar de ella más adelante en el Hotel Gaylord (calle Alfonso XI), donde el NKVD (servicios secretos soviéticos) tenían instalado su cuartel general. Uno de los jefes de la inteligencia soviética en Madrid, Josif Grigulevinch, conocido también por el nombre de José Ocampo, se refirió a Carmen Cabezuelo (según Tomás Durán) como si estuviese viva, “relacionándola con algunos nombres del complot Golfin Corujo”. Recordamos que la organización Golfín Corujo fue un grupo falangista desarticulado por los servicios policiales de la República en colaboración con los servicios secretos rusos. Estos últimos hicieron creer a la opinión pública que el POUM de Andreu Nin estaba relacionado con este grupo, lo que supuso la detención y asesinato de este líder catalán.

El hecho de que Carmen Cabezuelo pudiera haber recibido un buen trato en la checa de ‘El Castillo’ podría estar relacionado con una declaración que hemos podido leer en la Causa General de Luis Colinas, uno de los responsables de esta checa que fue detenido tras la Guerra Civil. Según su declaración, Carmen nunca pisó ‘El Castillo’, sin embargo, él tuvo conocimiento de que miembros de las JSU (Juventudes Socialistas Unificadas) querían “haberse servido de ella como colaboradora”. Esta declaración la realizó Luis Colinas ante un Consejo de Guerra tras la contienda. También comentaba que Serrano Poncela (antecesor de Santiago Carrillo en la Consejería de Orden Público de la Junta de Defensa de Madrid) tenía “pretensiones amorosas” con Carmen. Colinas apuntó que había escuchado alguna versión sobre la desaparición de Cabezuelo y sugirió la posibilidad de que Poncela se la hubiera llevado al extranjero.

Teorías sobre su desaparición

Otros testimonios de chequistas de ‘El Castillo’ contradicen las palabras de Colinas que sin embargo, sí afirman que Cabezuelo estuvo dentro de esta checa comunista. Su padre se atrevió a aventurar ante la Causa General que Carmen estuvo en esta cárcel clandestina hasta el 3 de marzo de 1937, fecha en la que supuestamente fue puesta en libertad. De hecho, su progenitor recoge unas supuestas declaraciones de Carmen a los milicianos en el momento en el que fue liberada: “¿Ya me dejáis? Que lo paséis bien y no molestarme más”. Sinceramente le damos poca veracidad a estas afirmaciones, ya que Cabezuelo no volvió a encontrarse jamás con su padre después de su etapa por ‘El Castillo’.

Luis Colinas, uno de los responsables de ‘El Castillo’

Tras su puesta en libertad en marzo de 1937 nunca nadie volvió a ver a Carmen Cabezuelo. Volviendo de nuevo a la Causa General, vamos a mencionar otros testimonios que pueden ser de utilidad para comprender lo que le pasó a esta joven falangista. Según dijo Fernando Valenti en el consejo sumarísimo de urgencia al que fue sometido tras la guerra (su día fue Comisario de Investigación y vigilancia de la Policía republicana), “ignora cuando se hizo cargo del local de Alonso Heredia estuviera detenida una señora llamada Carmen Cabezuelo, si bien posteriormente y con motivo de la detención de la hermana, llamada María, el Víctor Ronda (otro policía) le dijo que la citada Carmen había sido ‘picada’ por una Brigada comunista, sospechando que fuera el propio Víctor Ronda y su brigada quienes realizaron este hecho”. Esta declaración de Fernando Valenti la hemos podido leer en el gran blog sobre la Guerra Civil ‘Carta de Batalla’. Los dos, tanto Fernando Valenti como Víctor Ronda fueron ejecutados tras la contienda por las autoridades nacionales.

Sobre lo que le sucedió a Carmen Cabezuelo desde aquel mes de marzo de 1937, fecha en la que desapareció para siempre, hay varias teorías. La más generalizada es la de su asesinato por parte de miembros de la checa de ‘El Castillo’. Sin embargo, su propio padre dijo que habían llegado hasta sus oídos rumores de que en agosto de 1937 se encontraba detenida en las dependencias del SIM (Servicio de Información Militar) republicano en el Ministerio de la Marina de Madrid. También se comentó que había sido trasladada en septiembre de 1938 a Barcelona, en concreto a la cárcel del Castillo de Montjuic. Otras versiones incluso afirmaban que podría encontrarse en Francia o en un Gulag de la Unión Soviética. Pero la versión más extendida sobre lo que le pudo pasar a Carmen es la de su asesinato.

Otro testimonio de interés

Hemos recogido otros testimonios que serán interesantes. Un soldado republicano llamado Julio Iraola denunció tras la Guerra Civil que una miliciana de la sierra de Madrid llamada Pilar Pérez Vidal se jactaba de haber sido ella la que había asesinado a Cabezuelo. Esta mujer, de 31 años, estaba casada con Ángel Peinado Leal, concejal del PSOE y comisario del Ejército Popular (sería fusilado por los comunistas tras el golpe de Casado en 1939). Al parecer, según la versión del soldado que actuó como escribiente para el Ejército Republicano, Pilar le dijo: “Estando yo de miliciana en la sierra y por falta de valor de los milicianos para asesinar a la señorita Carmen Cabezuelo López, tomé la decisión de hacerlo”.

Como no podía ser de otra manera, tras la Guerra Civil, Pilar fue detenida por agentes franquistas del SIMP en su domicilio de la calle Mesón de Paredes, número 51. Obviamente, ante las autoridades militares, desmintió rotundamente haber asesinado a Cabezuelo aunque sí que reconoció que entre los meses de octubre y noviembre de 1936 residió en El Escorial, pueblo al que había acudido para acompañar a su marido (Ángel Peinado) que era Comisario Político. Curiosamente, en estas fechas Carmen se encontraba en Madrid y en libertad: tras dos meses en prisión, en esos meses estaba en libertad. En su declaración Pilar sí reconoció que era amiga del alcalde de El Escorial aunque dejó claro que no conocía a Carmen Cabezuelo y que no sabía que había desaparecido.

José María Alfaro, novio de Cabezuelo

En los archivos de la sección femenina de Falange se apunta a que Carmen murió asesinada entre los días 3 y 5 de marzo de 1937. Asimismo se sabe que el Juzgado de Urgencia número 7 de la capital solicitó una declaración de Carmen Cabezuelo en febrero de 1937 por una investigación que estaba llevando a cabo. El juzgado pensaba que Carmen estaba todavía presa en la cárcel de San Rafael, cosa que no era cierta. En un documento que tenemos en nuestro poder hemos comprobado como los responsables de la prisión contestan al juzgado diciendo a fecha de 12 de febrero de 1937 que Carmen había sido puesta en libertad por parte de la Dirección General de Seguridad. Esto significa que ni siquiera las propias autoridades republicanas sabían a ciencia cierta lo que había pasado con Carmen Cabezuelo.

Esta es la terrible historia de una víctima de la Guerra Civil, Carmen Cabezuelo, una mujer que desapareció de la faz de la tierra en la primavera de 1937 con solo 25 años. Desde www.guerraenmadrid.com hemos querido sacar a la luz su nombre y su historia época, la actual, donde parece que las víctimas solo formaban parte de un bando. Las víctimas, queridos lectores, son siempre víctimas, luchen donde luchen. Carmen ni siquiera pudo luchar.

Fuentes consultadas:

– Archivo Histórico Nacional (Causa General: Partido Judicial El Escorial, Checa Comunista la Guindalera, Checas de Madrid)

– Consejo de Guerra contra Tomás Durán González y Fernando Valenti.

– Blog Carta de Batalla.

– Fotografías de Carmen Cabezuelo, cortesía de Aulencia, en el blog Caballo de Batalla.

– Rosas y Margaritas, Laura Sánchez Blanco

– Diplomacia , Humanitarismo y Espionaje durante la Guerra Civil, Antonio Manuel Moral Roncal.

Hemeroteca Nacional

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