Según informa El Programa de Ana Rosa, Diana Quer denunció a su padre el pasado 11 de mayo, después de un conflicto por la custodia de las hijas. Al parecer, la denuncia de la joven, que tenía entonces 18 años recién cumplidos, se produjo cinco días después de que López-Pinel acudiera a la comisaría para poner una denuncia contra su exmarido.
LD / La chica relató que llamó a su padre para que la recogiera del instituto «porque mi madre no podía venir». Su padre la llevó a casa y, según informa el programa de Telecinco, el padre le quitó el teléfono. «Le dije que quería hablar con mi madre. Él no quería y me quitó el móvil».
Juan Carlos Quer escondió el dispositivo y llevó a Diana Quer al salón. «Me enseñó un vídeo donde se veía cómo las madres manipulan a sus hijos para que no hablen con su padres». Y la joven también denunció que su padre le leyó frases de un libro en el que «se explicaba cómo era vivir con un psicópata».
Poco después, la joven relata que sonó su teléfono y que ella insistió en hablar con su madre, pero el progenitor se lo impidió. «Me dijo que no, que mi madre era una psicópata y que no hablase con ella. Me dijo que no me iba de allí. Que en su casa estaba mejor que en la de mi madre». Al final de la declaración, la joven explica que su padre le dio un valium antes de dormir. Diana Quer le dijo a la policía que tenía miedo de que algo así pudiera volver a pasar.
Su hermana pequeña, ante el juez
Valeria, la hermana pequeña de Diana, presta declaración este miércoles en el juzgado número dos de Ribeira después de serle retirada a la madre de manera cautelar su custodia, han informado fuentes judiciales. A la adolescente le ha acompañado su padre, que se está ocupando de ella en este momento y el motivo de la citación obedece únicamente a la custodia y no a la causa abierta por la desaparición de Diana Quer.
La madre de Diana y de Valeria, Diana López-Pinel, declarará el próximo viernes en este mismo juzgado de instrucción número dos de Ribeira, que fue el que adoptó la mencionada medida. López-Pinel solicitó la pasada semana declarar voluntariamente ante este juzgado, donde ya lo hizo el padre de la joven, y ella pretende hacerlo con la intención de que se revoque la orden judicial determinada. Diana tiene 18 años y Valeria dos menos, 16. Transcurridas más de tres semanas desde la desaparición de la joven madrileña en su lugar de veraneo, el caso sigue plagado de incógnitas y continúan las pesquisas para tratar de esclarecer qué pudo suceder.
Durante este tiempo, la Guardia Civil ha desplegado un gran operativo en la población coruñesa y ha realizado varias batidas por la comarca de Barbanza y también por sus alrededores. Estos rastreos se han programado después de que la geolocalización de las señales de las últimas comunicaciones realizadas desde el teléfono móvil de la chica la situasen en esos entornos.