El escritor Fernando Sánchez Dragó ha señalado que los votantes de Trump «no son conscientes de que sus votos levantan el telón de una nueva era», pero menos aún sus opositores, es decir, «quienes patalean desde las tribunas mediáticas, las poltronas del Ancien Régime, los ayuntamientos obamitas, los manifestódromos del callejero y las troneras de la corrección política». —Santiago Abascal -Presidente de VOX- se reúne con el Frente Nacional Francés—
La Gaceta / En su columna dominical en El Mundo, Dragó, que ya proclamó su apoyo a Trump y fue muy crítico con Hillary -en su blog censuró a la dirigente demócrata por «armar al Estado Islámico, cerrar filas con Al Qaeda, ceder secretos militares a China, humillar al ejército, propiciar la inmigración masiva y ser la correa de transmisión de una política económica que ha aumentado la deuda exterior de su país en 20 trillones de dólares-, manifiesta que tras la victoria del magnate entramos en la quinta era a la que se podría llamar la del «Fin de la Progredumbre» generada por «los jacobinos, los bolcheviques y losbobos -burgueses bohemios- de la primavera del 68». —Un juzgado de Madrid envía al Supremo la denuncia de Vox contra Pablo Iglesias por blanqueo y delitos electorales—
Dragó señala que «el órdago de Trump activa un mecanismo de tracción que llevará al poder en Francia -las encuestas dan como primera fuerza al Frente Nacional de Marine Le Pen en las presidenciales de 2017-, en Alemania, en Italia, en Holanda, en Austria y en otros muchos países europeos a quienes son tildados de ultraderechistas, sin serlo, y de populistas, siéndolo». «Todo eso está por ver. Lo que no lo está, porque ya se ha visto, es el huracán que hace menos de dos semanas se llevó por delante todos los tópicos del discurso político vigente desde que la chiquillería del mayo francés levantó los adoquines del bulevar Saint-Michel para apedrear con ellos a los agentes del orden.», argumenta, antes de asegurar que Trump se enfrenta a una época convulsa, la de «la identidad frente a la inmigración, lo alternativo frente a lo sistémico, la igualdad de sexos frente a la ideología de género y la nación frente a la globalización». —VOX conquista Gibraltar con una bandera de España y huyen a nado—
Finaliza su columna animando a VOX y a su líder Santiago Abascal para que aproveche la coyuntura en España. Dragó ya pidió el voto para la formación política de derecha alterativa antes de los comicios del pasado mes de junio. «Cobren conciencia de que en España todos los partidos, menos uno, son socialdemócratas -o fingen que lo son-, esto es, partidarios de la intromisión de lo público en lo privado. Quién no sea socialdemócrata sólo dispone de una opción a la que acudir sin violentarse a sí mismo: la de Vox».