El periodista Carlos Herrera ha publicado un contundente artículo en en el diario XL semanal contra la alcaldesa de la ciudad de Barcelona Ada Colau. El locutor de la cadena COPE carga contra la regidora de la Ciudad condal después de sus últimas polémicas y la ha llegado a calificar como una desgracia para la Capital catalana.
La Gaceta / El popular periodista define a Ada Colau como “pobre ignorante sin oficio ni beneficio elegida por sus conciudadanos como un ejercicio más de ensimismamiento en la frivolidad de creerse la caricatura en la que se ha convertido”. —Ada Colau autoriza y defiende el porno extremo en las calles de Barcelona—
Pero no se queda en estas palabras y sigue descalificando a la controvertida alcaldesa calificándola de “payasa callejera con ínfulas de justicia finisecular”, dedicada a “momificar la urbe”. Herrera va más allá y señala que Colau pertenece a «ese género cretino que considera que su gran trabajo estriba en convertir su ciudad en un perfecto ejemplo de la antipatía”.
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También señala Herrera que “en ocasiones, una necia con altavoz puede ser socialmente rentable”, en referencia al rifirrafe que tuvo la alcaldesa con los militares en el Stand de la Enseñanza y que motivaron que las visitas a dicho stand se multiplicaron en señal de apoyo a las fuerzas armadas españolas presentes en Barcelona.
En agosto del pasado año 2015, en un artículo publicado en el diario ABC, escribió un artículo titulado El Ardor de los necios donde señalaba que «Colau es la síntesis perfecta de la modernidad catalana: una ignorante al frente de la maquinaria de una ciudad».
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El periodista radiofónico señalaba que «la alcaldía de la ardorosa Colau, como la de otros ejemplos que la izquierda tonta ha conducido a los altares del éxito representativo, consiste básicamente en poner el lado bueno para la foto, en acentuar las aristas más provocadoras de su carácter para alimentar a unas bases necesitadas de ardor de estómago».
«Pero contamos con lo que contamos, que es un mediocre con ansias de mesías en la Generalitat (por el entonces president Artu Mas) y una polvorilla absurda en la alcaldía de Barcelona. Lógicamente se reúnen, hablan de sueños baratos y prescinden de la legalidad porque la legalidad no es quién para desmontarles la barraca de feria en la que tienen puestas sus esperanzas de futuro», escribía Herrera, que concluía señalando que Colau sueña con que «su nombre figure en las guías que definan a Barcelona como la ciudad de los saltimbamquis y los rastafaris».
Creo que no puede definirse mejor a este personaje que ha llegado tan alto porque el castellet sobre el que se ha aupado lo forman una cuadrilla de analfabetos, sectarios, compañeros de viaje de los corruptos más grandes de Europa…, ante la mirada lela de un público que ignora que el suelo sobre el que pisa se le puede hundir de un momento a otro.