Primero fue el líder del PSC, Miquel Iceta, y ahora sigue sus pasos la presidenta autonómica y secretaria general de los socialistas de Baleares, Francina Armengol, al adquirir un compromiso de «neutralidad» como cargos orgánicos de sus respectivas formaciones de cara al próximo congreso federal del PSOE, que piden se celebre «lo antes posible» y en el que pueda decidir «la militancia y no los aparatos». Con ello, Iceta y Armengol, dos de los principales apoyos que tuvo Pedro Sánchez hasta que éste se vio forzado a dimitir como secretario general en el convulso comité federal de principios de octubre, optan a su vez por abandonar al también ex diputado en sus aspiraciones de volver a liderar el PSOE. —Pedro Sánchez mete morbo a su reaparición con una cena secreta que nadie conoce—
El Mundo / Miquel Iceta y Armengol se reunieron ayer en Palma y evitaron dar respaldo a Sánchez en su intento de recabar apoyos para encabezar una hipotética candidatura en el próximo congreso. El primer secretario del PSC ya había adquirido ese compromiso de «neutralidad» ante la presidenta autonómica y líder de la poderosa federación socialista de Andalucía, Susana Díaz, en la visita de Iceta a Sevilla a finales del mes pasado, y ayer lo ratificó con Armengol a su lado, sumándose también la secretaria general del PSIB-PSOE a la promesa de adoptar esa postura «neutral» y desmarcándose de una posible candidatura de Pedro Sánchez. —Pedro Sánchez lanza un mensaje amenazador a la Gestora del PSOE—
La presidenta balear ya marcó distancias y evitó dar apoyo al secretario general a principios de noviembre, aunque ayer fue más explícita, con el añadido de estar acompañada por Iceta, lo que concedía mayor relevancia a su mensaje. Armengol, que en su momento fue la única presidenta autonómica que apoyaba a Sánchez, dijo compartir «un modelo de partido y de país» con el ex secretario general del PSOE, pero avanzó que en su cargo de secretaria general será «neutral» y evitó animar a Sánchez a dar el paso de presentarse de nuevo como candidato. Al respecto, sólo señaló que ella no sabe si éste llegará finalmente a formalizar una candidatura, «y creo que nadie lo sabe», apuntó Armengol, si bien el propio Sánchez había anunciado tras su dimisión que intentaría presentarse si obtenía apoyos y que para ello buscaría respaldos recorriendo España en coche. —Una foto de Pedro Sánchez de fiesta “exclusiva” enfrenta a sus defensores—
Iceta, preguntado por la posibilidad de que Sánchez se presente, afirmó:
«Yo no voy a tener candidato en el congreso». También se mostró en contra de abrir «frentes», dijo respecto a los movimientos para frenar el poder de Susana Díaz, y abogó por «tender puentes». Eso sí, afirmó que deben decidir «los militantes y no los aparatos» y que él como secretario del PSC no dirá a los afiliados «lo que tienen que hacer». Armengol secundó también esa idea al reclamar «voz y voto» para las bases, «que no decidan las cúpulas sino la militancia». Ambos coincidieron además en calificar de «anomalía» que el PSOE continúe en manos de una gestora y piden que este órgano cese y convoque cuanto antes un congreso federal para decidir, mediante el voto directo de la militancia, el liderazgo y el «rumbo» que debe seguir el partido. Con la reunión de ayer en Palma, las cúpulas socialistas catalanes y baleares siguen estrechando sus lazos, su «amistad histórica», dijo Armengol, quien destacó que van «de la mano» en «muchísimas cuestiones», como la de la financiación autonómica, cuya reforma era formalmente el motivo de la visita de Iceta a Palma. La presidenta balear, sin embargo, descarta romper o revisar la relación del PSIB con Ferraz para buscar una fórmula similar a la del PSC, constituido como partido y federado con el PSOE. «Estamos muy cómodos en el PSOE. Nos une mucho más que lo que nos separa», señaló Armengol.
