«El partido republicano es el partido de la gente blanca, quiera admitirlo o no. El 90% de sus votos viene de gente blanca, expresa nuestra cultura, Donald Trump dio el primer paso al reconocer esa identidad política […] El presidente electo y el movimiento alt-right tienen una conexión profunda».
El vídeo de la brutal agresión ha circulado por las principales redes sociales y en él se puede ver a Spencer con una pancarta detrás que reza «Las vidas de los blancos importan». Entonces uno de ellos le acusa de ser nazi y este responde que en realidad los nazis le odian.
En un momento dado, Spencer está explicando ante los medios de comunicación su mensaje político y su impacto en la campaña presidencial y entonces un individuo encapuchado y vestido de negro le golpea con gran fuerza con su antebrazo en la cara. Spencer entonces se tambalea y se marcha mientras se atusa el pelo. El agresor sale corriendo, aunque en dirección contraria.
Más tarde, el propio Spencer respondió en la red social Twitter:
«Cada puñetazo a traición, cada huevo lanzado, cada seguidor de Trump perseguido supone una píldora roja para una generación. Estamos ganando sin tan siquiera luchar». La píldora roja es una referencia a la película ‘Matrix’, en la que el protagonista puede ver el mundo real y salir de la alienación gracias a esta pastilla.
«No tengo miedo a una pelea, pero no puedo respetar a un adversario que lanza puñetazos a traición y ataca a nuestras mujeres y madres», ha señalado. «Amenazar a los simpatizantes de Donald Trump en los trenes, golpearles con barras o con puñetazos a traición. Estamos siendo testigos de la involución de los antifas» o antifascistas, ha argumentado.
Ese fue el perfil de la derecha estadounidense que pintó el líder Richard Spencer, en una conferencia ante los medios de comunicación realizada antes de comenzar una presentación privada en las Universidad Texas A&M, campus College Station, ubicado en las cercanías de Houston.
Spencer acaparó la atención mediática el pasado mes de noviembre del año 2016 cuando realizaba una presentación en Washington DC donde él y algunos de sus seguidores saludaron brazo en alto al estilo romano, con el brazo derecho extendido a lo alto, para festejar el triunfo de Donald Trump.