El año pasado lo estrenábamos con la noticia de que el gran muftí de Arabia Saudí Abdul-Aziz ibn Abdullah condenaba el ajedrez como «haram» o ilegal por ser «obra de Satán». En este año 2017 es el telepredicador turco Ahmet Mahmut Ünlü quien asevera que los ajedrecistas «están malditos». El imán ha «explicado» que la mayor parte de los jugadores «son mentirosos», prácticamente obligados por las reglas de un juego tan vil, según han señalado desde el diario digital «Hurriyet Daily News».
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ABC / Al contrario que los ajedrecistas, Ünlü (que significa «famoso», aunque popularmente es más conocido como «Cübbeli» Ahmet Hoca) no engaña demasiado a nadie, ya que se autoproclama integrista suní. En su opinión, «jugar al ajedrez es peor que comer carne de cerdo y los juegos de azar». «Las personas que juegan al ajedrez son más propensas a decir mentiras», añade el imán, quien además aporta soluciones sencillas. En lugar de practicar este y otros juegos del demonio, es mucho mejor rezar. —Musulmanes exigen el cese del toque de campanas en las iglesias porque les molesta—
La Federación de Ajedrez de Turquía ya ha comunicado que lanzará acciones legales contra las palabras del imán, de 51 años de edad, una figura muy influyente en su país. Consideran que sus palabras son «inaceptables» sobre uno de los juegos más populares en un país en el que hay más de 700.000 jugadores federados. La buena marcha del ajedrez turco es evidente. En la clasificación internacional, Turquía ocupa el puesto 26 del mundo (España el número 15), justo por delante de Suecia, Argentina, Dinamarca, Brasil, Canadá e Italia. Hay diez grandes maestros de esta nacionalidad. El número uno es Alexander Ipatov (2660 puntos Elo), quien casualmente fue español hasta año 2012, aunque nació en Ucrania.
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Según resalta la Federación turca, el ajedrez defiende valores como la hermandad y la tolerancia, la unidad y la solidaridad. En Turquía, por otro lado, se halla el mayor museo del mundo dedicado a este juego, en Ankara, y la Federación ha promovido iniciativas como la llamada «Ajedrez en las calles».
En anteriores apariciones, Ünlü , que tiene más diéresis que buenas ideas, había arremetido contra la Agencia Espacial Europea por lograr aterrizar una nave en un cometa. En cambio, demostró su versatilidad e incluso cierta imprevisibilidad cuando se mostró mucho más favorable que algún colega en otra polémica sobre el sexo oral.
