Los delitos no dejan de serlo por el hecho de cometerse en las principales redes sociales y las gilipolleces tampoco. Las normas que rigen fuera de la red social Twitter deberían también valer para los usuarios de dichas redes.
De la misma forma que se persiguen la pederastia, la extorsión o la apología del terrorismo en las principales redes sociales hay que evitar que sigan colándose a través de ellas la ofensa, la vejación y la humillación a la dignidad, la integridad y la libertad de los seres humanos.
Periodista Digital / Todos saldremos ganando, pero mientras los jueces españoles despiertan de su letargo y a políticos y periodistas se les atenua el temor a que les quiten puntos del carnet de progre, la red social Twitter seguirá siendo el refugio del tarado mental y en un vertedero de comentarios sucios e insultos bobos.
La vicesecretaria de Estudios y Programas del Partido Popular ha recibido uno de estos y de lo más ofensivo de un tal Lluis Pere:
La respuesta de Andrea Levy recibía el apoyo de muchos de sus seguidores, quienes aplaudían la paciencia y el saber estar de la política.
El pasado 9 de diciembre del año 2016, la política del Partido Popular recibió un mensaje de un usuario que se hacía llamar Karma y que le ofrecía un remedio ‘casero’ para liberar las tensiones que ella había declarado padecer estos días:
«Te echaba un polvazo y se te quitaba el estrés».