Duro golpe para Telecinco en los tribunales en la disputa que tiene con la británica ITV desde hace años sobre quién es el propietario de Pasapalabra. Según informa el portal de noticias El Confidencial, la Audiencia de Madrid ratificó la parte esencial de la sentencia de primera instancia en la que un juez decidió que los derechos pertenecen a ITV. Por ello, ha impuesto una multa a la cadena de televisión Telecinco de 5,4 millones de euros más los beneficios que haya obtenido del programa desde el año 2012. En total, la publicación habla de más de 20 millones de euros por todos los conceptos. Sin embargo, fuentes de Mediaset rebajan esa cifra porque la Audiencia restaría unos 8 millones de la condena de la primera sentencia.
En cualquier caso, y con esa cuantía, es una sentencia sin precedentes sobre la propiedad intelectual de un programa. Una guerra por un concurso que allá donde se emite es un éxito, y por el que una serie de productoras españolas e italianas pugnan en los tribunales de varios países por el nombre y el verdadero creador de la ronda final del concurso.
El origen del conflicto
En octubre del 2010, Telecinco demandó a la cadena ITV porque, según El Confidencial, tuvo conocimiento de que ITV no era el titular de dos de los elementos esenciales del programa, el rosco y el nombre. Tras ello, la cadena británica interpuso una demanda contra Mediaset reclamándole 15 millones de euros.Ya en la primera sentencia del 2014, el magistrado consideró que los derechos de Pasapalabra pertenecían a ITV.
Desde el año 2000, ITV, inicialmente a través de una productora y después de modo directo, ha venido explotando y licenciando el programa tanto en España como en Italia, habiendo sido reconocida la titularidad por parte de Telecinco de modo pacífico y continuado desde el año 2006, siendo consciente de que adquiría los derechos de explotación de una idea original de ITV. Incluso el juez ironizaba por la «bisoñez, inexperiencia, candidez, credulidad, simpleza e ingenuidad de una de las mayores cadenas de televisión en España» al haber pagado durante años por un programa a ITV «cuando no era suyo y darse cuenta después».
