El Congreso se dispone a sacar adelante esta comisión, la próxima semana, después de que la Audiencia Nacional haya ordenado que se investigue al ex gobernador del Banco de España, Miguel Ángel Fernández Ordóñez, y al ex presidente de la CNMV, Julio Segura.
El Gobierno y la gestora del Partido Socialista Obrero Español han caído en la cuenta de que carecen de margen para oponerse a una investigación que Podemos, sobre todo, pero Ciudadanos también, reclaman con insistencia para esclarecer el escándalo de Bankia.
‘Pacto de no agresión’ PP-PSOE
Por eso, los riesgos de esa comisión están siendo calculados al milímetro por ambos partidos. Según ha podido saber El Confidencial Digital por fuentes conocedoras de las conversaciones, el PP y la actual dirección socialista trabajan discretamente en un ‘pacto de no agresión’ –así lo denominan entre ellos- para limitar el alcance del “fuego cruzado”.
Una negociación que están liderando, al más alto nivel, los portavoces Rafa Hernando y Antonio Hernando. Así lo confirma un miembro del equipo económico que colabora ahora con la gestora del PSOE: “Están hablando para que no nos hagamos daño. Ambos podemos salir muy perjudicados con este asunto”, admite.
No poner todo el foco en Bankia
Por lo pronto, PP y PSOE han pactado la creación de una comisión de investigación ampliada a todas las cajas de ahorros, no centrada exclusivamente en Bankia. Se extenderá también, por tanto, a la intervención de Caja Castilla-La Mancha y a los rescates de Catalunya Caixa y NovaCaixaGalicia.
Según las fuentes consultadas, este es el escenario que más convence al Gobierno. Evita así que se coloque a Luis de Guindos en el centro de la diana por la nacionalización de Bankia, el posterior rescate de 22.000 millones y la salida de la presidencia de Rodrigo Rato.
Por su parte, la actual dirección del PSOE ha terminado por admitir que la salida a Bolsa de Bankia fue una operación política orquestada desde el Gobierno Zapatero.
Así las cosas, la gestora socialista ha aceptado que se amplíen las indagaciones al origen del rescate financiero. Ese visto bueno implica centrarse en por qué no se tomaron las medidas necesarias para reestructurar el sector bancario entre 2009 y 2010, cuando gobernaba Zapatero y MAFO estaba todavía al frente del Banco de España.
Elena Salgado, como cortafuegos
Pero el PSOE tiene diseñada una estrategia para limitar, con el beneplácito del PP, el alcance del escándalo. Ha colocado a la entonces vicepresidenta económica, Elena Salgado, como cortafuegos.
No va a poner ningún obstáculo a su comparecencia en el Congreso. Todo lo contrario. La ha ‘entregado’ al PP para convertirla, junto a MAFO, en el centro de las críticas por las decisiones que condujeron a la quiebra de las cajas de ahorros durante los últimos años del Gobierno Zapatero.
El objetivo es evitar, a toda costa, una comparecencia de José Luis Rodríguez Zapatero. Un escenario que, apuntan, acabaría rememorando en exceso la última etapa de su mandato, en la que el PSOE perdió tres millones de votos por la gestión de la crisis. No se puede infligir ahora, admiten las partes, un golpe a la credibilidad de un partido que está en pleno proceso de reconstrucción.
Sin compasión con Elena Salgado
En la actual dirección del PSOE se escuchan, además, duros reproches hacia la ex vicepresidenta económica. Se le echa en cara que lleve cinco años totalmente desaparecida, bajo el paraguas de la empresa privada. “Está agazapada en los consejos de administración”, resume un actual dirigente de la gestora.
“No ha salido nunca a dar la cara por la cuestionada gestión económica durante la última etapa de Zapatero”, critica otro veterano diputado socialista.
No ha sentado nada bien que no haya dado explicaciones desde que abandonó el Gobierno, especialmente, sobre la salida a Bolsa de Bankia. Un asunto que lleva tiempo generando una fuerte discusión y que ahora acaba de volver a la actualidad por la imputación del gobernador del Banco de España durante su etapa como vicepresidenta.
Impedir que MAFO lave su imagen
Otro de los elementos de este ‘pacto de no agresión’ es la constitución de un frente común entre PP y PSOE contra Miguel Ángel Fernández Ordóñez. Se han conjurado para ajustar cuentas con el ex gobernador del Banco de España.
En la gestora son conscientes de los errores que cometió Fernández Ordóñez al frente del Banco de España y del daño que eso ha provocado al partido. No van a permitir que utilice su turno de comparecencia en el Congreso para “limpiar su imagen” y “echar balones fuera” sobre su responsabilidad en la quiebra de las cajas.
Por su parte, el Gobierno tampoco olvida que MAFO ha tratado de matar dos pájaros de un tiro, en los últimos años, ensalzando su gestión de la crisis financiera como contrapunto para denunciar la actuación del ministro Luis de Guindos en el posterior rescate bancario.
“El error más importante fue magnificar los problemas del sector bancario español para criticar al Ejecutivo anterior (PSOE) y justificar el carácter salvador del nuevo Gobierno”, aseguraba Miguel Ángel Fernández Ordóñez en su último libro.
Información ofrecida por el diario El Confidencial Digital
Delincuencia organizada para el saqueo de España ,,