Llegar a tiempo al colegio es uno de los desafíos a los que padres y niños se enfrentan cada mañana durante el curso escolar. Los más afortunados pueden cubrir el trayecto a pie, sin dejar su suerte en manos de atascos y aglomeraciones.
Otros por el contrario dependen de algún medios de transporte como el autobús, el metro o un coche particular. Lo más importante es ser puntual, por eso cuando se pegan las sábanas toca tirar de recursos para estar en el pupitre a la hora exigida. Seguro que en más de una ocasión has corrido con la mochila a la espalda o buscado un atajo pero… ¿alguna vez has aterrizado en la escuela a bordo de un flamante helicóptero?
Al parecer, hay un niño en Ucrania que ha tenido ese curioso privilegio. Concretamente en Lipki, el selecto barrio histórico de Kiev, la capital del país. En el blog Tuko se hacen eco de una sorprendente historia que está dando la vuelta al mundo a través de las principales redes sociales.
Las imágenes en que se fundamenta el relato muestran un pequeño helicóptero, modelo Robinson R22 Beta, a las puertas de un centro escolar, presuntamente después de haber llevado a hasta allí a un joven estudiante.
La escena provocó que numerosos transeúntes se reuniesen en las cercanías del colegio, asombrados al ver un vehículo de ese tipo en plena calle. El modelo Robinson R22 Beta es biplaza, tiene un techo de vuelo en torno a los 4.200 metros y una velocidad de crucero aproximada de 175 kilómetros por hora. Para hacerse con uno hay que desembolsar una cantidad próxima a los 300.000 dólares; y se estima que en todo el planeta hay alrededor de 5.000 helicópteros de esta clase.
¿Qué hay de cierto en la historia? ¿Quién puede ser el excéntrico millonario capaz de llevar a su hijo a clase de semejante manera? Desde la aparición de las imágenes los rumores corren como la pólvora y algunas versiones señalan que el niño podría ser el hijo de un antiguo alto cargo del gobierno ucraniano. Por el momento, lo único que sabemos a ciencia cierta es que alguien ‘aparcó’ su helicóptero delante de una escuela… y que, si en realidad había un estudiante en el asiento del pasajero, ese día tuvo que causar sensación en el recreo.