“…El 20-D nos jugamos la supervivencia. O conseguimos representación parlamentaria o acabamos en quiebra…”.
Esta fue la frase, pronunciada por un alto cargo de la formación política comunista Izquierda Unida unas semanas antes de las generales de finales del pasado año 2015, deja a las claras la durísima situación económica de los comunistas de cara a esos comicios electorales.
Por aquel entonces Izquierda Unida acumulaba una deuda de unos 10 millones de euros y los bancos, que hasta entonces no estaban exigiendo pagos atrasados, dejaron de aceptar las sedes del partido como aval para conceder nuevos créditos. La coalición del Partido Comunista, por tanto, se encontraba ante las elecciones más trascendentales de su historia.
Lo que pasó después es conocido. Tras el 20-D, Izquierda Unida obtuvo dos escaños y se quedó lejos del grupo parlamentario propio. Por eso, con la repetición electoral en el horizonte, se trabajó para lograr un pacto con los tambien comunistas de la organización política Podemos que garantizara más ingresos en la siguiente investidura formando un Frente Popular llamado «Unidos Podemos».
Un objetivo que se logró gracias al sistema de reparto de las subvenciones procedentes del Congreso de los Diputados que ha establecido Unidos Podemos para sus confluencias. Así, del primer ingreso para el grupo parlamentario, IU ya ha recibido 874.541,12 euros.
El parón político padecido durante el año pasado en España jugó a favor de Izquierda Unida. La Coordinadora Federal llegó a un acuerdo con los bancos para esperar a la formación de Gobierno para establecer una forma de pago de la deuda y los créditos concedidos hasta la fecha.
Después de la investidura del actual presidente de Gobierno de España Mariano Rajoy a finales del mes de octubre del pasado año 2016, y garantizadas ya para Izquierda Unida las subvenciones públicas para los cuatro próximos años, el objetivo de la coalición era negociar con los bancos una fórmula que permitiera abonar, desde principios del actual año 2017, los pagos atrasados, a cambio de una refinanciación de la deuda.
Según diferentes fuentes consultadas, las obligaciones actuales de Izquierda Unida, tras el acuerdo alcanzado con los bancos, estarían por debajo de los 8 millones de euros, y el pago de parte de los mismos se realizará durante el presente ejercicio.
Así lo confirmó, añaden altos cargos de la formación, la Coordinadora Federal de IU en la reunión del pasado día 4 marzo, según han informado desde diferentes medios digitales entre los que se encuentra ECD.
En el citado cónclave, miembros de la actual dirección comunista, muy próximos al ultra izquierdista -Alberto Garzón-, informaron de la aprobación del presupuesto del partido para este año 2017 y del inicio del pago de la deuda tras la refinanciación pactada con los bancos.