En el mes de marzo del año 2016, y en plena ofensiva del ex líder socialista Pedro Sánchez para formar un gobierno alternativo al de Mariano Rajoy y ser investido presidente, tuvo lugar en Génova una importante reunión en el que se decidía el futuro laboral de muchos trabajadores del partido.
Al término de la misma, la tesorera Carmen Navarro confirmaba el peor de los escenarios: la necesidad de emprender un Expediente de Regulación de Empleo, según han informado desde el diario ECD.
En las semanas posteriores, se informó que el ERE podía afectar hasta 100 de los 480 empleados del Partido Popular cuyas nóminas proceden de la sede nacional, y se empezó a negociar con el comité de empresa. El acuerdo que finalmente se alcanzó frenó cualquier tipo de salida hasta que no hubiera Gobierno en España.
La dirección nacional del Partido Popular, una vez cumplida esa condición y celebrado el Congreso del partido hace tan solo dos semanas, ha iniciado el proceso de salida de empleados.
Dirigentes del Partido Popular ha informado ante los diferentes medios de comunicación que se ha decidido hacer una “reestructuración” que, en principio, va a afectar a medio centenar de trabajadores, dedicados, entre otras funciones, a labores administrativas y de prensa.
Algunos de ellos tenían puesto en Génova, mientras que otros cobraban la nómina a cuenta de la sede nacional trabajando en otras agrupaciones.
Por otro lado también han informado a los medios de comunicación diferentes fuentes cercanas del partido que muchos de los trabajadores del Partido Popular serán reubicados como trabajadores en el Senado.