El grupo popular en el Ayuntamiento de la ciudad de Sevilla ha pedido a Izquierda Unida que «deje de rescribir la historia y los acontecimientos que forjaron la ciudad y trabaje por los problemas reales del siglo XXI» tras pedir la formación comunista que sea retirada del escudo de San Fernando, de los obispos San Isidoro y San Leandro, y de los títulos de “Muy Noble, Muy Leal, Muy Heroica, Invicta y Mariana”.
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La Gaceta / “Nos parece que ese escudo tiene un tinte claramente reaccionario”, ha dicho este miércoles el portavoz de IU, Daniel González Rojas, quien ha señalado asimismo que «ni el rey ni la corona son símbolos de una democracia del siglo XXI». El dirigente de IU, que ha reclamado al gobierno de Juan Espadas (PSOE) que amplíe el proceso de participación destinado a aprobar el escudo oficial de la ciudad y «promueva un debate sobre esta cuestión», ha pedido la eliminación de las referencias cristianas ya que, a su juicio, “asumir estos símbolos como los únicos que representan a la ciudad constituye un atentado a la aconfesionalidad que recoge la Constitución”.
Por otro lado, ha declarado que debe desaparecer del escudo la leyenda de «Mariana» porque este título «atenta además contra la memoria y las víctimas del fascismo, ya que insiste en proclamar y remarcar un título otorgado a la ciudad por el dictador Franco». Según IU, el título, que se aprobó en pleno municipal en 1946 a petición de la hermandad de San Bernardo, se refiere «los servicios prestados» por la Virgen durante la Guerra Civil «como si de una cruzada de la cristiandad contra los rojos se tratase» y, por tanto, «podría vulnerar la Ley de Memoria Histórica».
Otra propuesta cristianófoba
Izquierda Unida ya propuso el pasado año una moción para «separar la institución municipal de la religión» y conseguir que la entidad fuese «plenamente laica». El texto, apoyado por Participa Sevilla -marca blanca de la formación morada-, pedía la eliminación de «todo tipo de connotaciones religiosas» en los eventos municipales y exigía que ningun edil asistiera a los actos religiosos en calidad de «representante de la ciudadanía».
La propuesta, consensuada con la plataforma Sevilla Laica y rechazada posteriormente por el Pleno, reclamaba además al Consistorio promover actos «exclusivamente civiles», no invitar a los representantes eclesiásticos, evitar poner nombres religiosos a las calles y no mantener la presencia del Ayuntamiento como institución en las manifestaciones religiosas. Además, incluía la prohibición del voto en colegios religiosos en períodos electorales, la pérdida de la condición de autoridad pública del arzobispo y el respaldo a la procesión blasfema denominada «Coño Insumiso». Además, desde IU aseguraron que los concejales «no debían tener un palco reservado para ver la Semana Santa en un Estado aconfesional».
La moción tuvo la respuesta de numerosos sevillanos que se citaron a las puertas del Consistorio, cantaron la Salve Regina y expusieron su indignación con una propuesta «cristianófoba sin precedentes en la ciudad».
Normal, siendo mujer y teniendo vulva, fascista fijo.