El Ejército estadounidense ha lanzado sobre el este de Afganistán la bomba no nuclear más potente de su arsenal, la GBU-43/B Massive Ordnance Air Blast bomb (MOAB), con 11 toneladas de explosivo TNT de alta potencia, según han confirmado este jueves fuentes militares implicadas en la operación.
20minutos / La bomba fue arrojada contra túneles de Estado Islámico en la provincia afgana de Nangarhar, desde un avión MC-130 comandado por un cuerpo de operaciones especiales de la Fuerza Aérea. Se trata de la primera vez que este artefacto, ideado durante la guerra de Irak Y conocido coloquialmente como «la madre de todas las bombas», ha sido empleado en operaciones de combate.
El Gobierno de Afganistán ha confirmado el lanzamiento en un ataque que no ha causado víctimas civiles, según las primeras estimaciones de las autoridades de Kabul. «Un avión MC-130 ha arrojado una bomba GBU-43, cargada con 11 toneladas de TNT, contra un sistema de cuevas empleado por Estado Islámico en la localidad de Achin», ha informado el portavoz del Gobierno, Sediq Sediqqi.
El portavoz confirmó que este ataque ocurrió en torno a las 19.00 (las 16.00 en España) y se trata de «la primera vez que esta bomba ha sido empleada en combate». «Esta operación llevaba meses en preparación y no tenemos constancia de víctimas civiles», ha remachado el portavoz en el mensaje oficial que ha colgado en su cuenta personal de Twitter.
Se evalúa ahora el impacto y si ha dejado víctimas civiles
Es la munición adecuada para despejar obstáculos y mantener la ofensiva contra Estado Islámico La bomba GBU-43 Massive Ordnance Air Blast (MOAB), un gigantesco proyectil de unas 10 toneladas de peso y diseñado para destruir complejos de cuevas y túneles subterráneos, sólo se había usado hasta la fecha en pruebas control. El Ejército estadounidense se encuentra evaluando en estos momentos con drones de reconocimiento y satélites el impacto de la bomba, cuyo lanzamiento fue ordenado directamente por el comandante de las fuerzas estadounidenses en Afganistán, el general John Nicholson.
«El ataque recurrió al uso de una bomba GBU-43 arrojada desde un avión estadounidense, con la intención de minimizar el riesgo para las fuerzas afganas y estadounidenses que se encuentran despejando la zona de presencia enemiga y maximizar la destrucción de las instalaciones y los combatientes de EI-J», ha asegurado en un comunicado la oficina de prensa de las Fuerzas de Estados Unidos en Afganistán (USFOR).
«Conforme Estado Islámico -Jorasán ha ido sufriendo derrotas, han ido recurriendo cada vez más al uso de artefactos explosivos de fabricación casera, búnqueres y túneles para fortalecer sus defensas», ha indicado el general Nicholson. El militar ha defendido que esta clase de bomba «es la munición adecuada para despejar estos obstáculos y mantener la inercia de la ofensiva contra Estado Islámico – Jorasán».
«Las fuerzas estadounidenses», remacha la nota, «han tomado todas las precauciones posibles para evitar víctimas civiles en este ataque tras el que las fuerzas estadounidenses proseguirán con su ofensiva hasta que Estado Islámico – Jorasán sea destruido».