Año 2017 después de Cristo. La compañía Pepsi descubre el kalimotxo. O, en sus propias palabras: —¿Qué ocurre en su cuerpo cuando consume Coca-Cola o Pepsi?—
«…Lo llamamos ‘cali-mocho’ y lo bebemos con amigos. Pilla una Pepsi 1893 y prepara uno (o varios) esta noche!…»
En efecto, la última campaña publicitaria de la compañía de refrescos presenta al mundo este clásico combinado de los botellones y las fiestas patronales españolas. Aunque, por alguna razón, el gigante capitalista ha decidido que tomarse un kalimotxo no es el último recurso de los jóvenes sin presupuesto, sino toda una experiencia premium.
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No hay más que ver su último anuncio:
«…1893. The Kalimotxo…», con música sugerente y estética de lujo, en el que se especifican las cantidades adecuadas para la mezcla y se prepara con su versión clásica «1893» como si fuera un sofisticado cóctel coronado con una rodaja de limón sobre el borde de la copa.
