La crisis económica ha afectado de lleno a las Fuerzas Armadas en los últimos años. Prueba de ello fue la dolorosa decisión que tuvo que tomar el Ministerio de Defensa de dar de baja al que durante casi 25 años fue el buque insignia de la Armada: el portaaviones R11 Príncipe de Asturias. La llegada del moderno BPE Juan Carlos I hizo que se tomase la decisión de prescindir de un buque que necesitaba una importante inversión en modernización.
LD / Los estudios que se realizaron en la época cifraron en aproximadamente 100 millones de euros la dotación económica necesaria para modernizar el Príncipe de Asturias y el Gobierno prefirió destinar ese dinero a otros menesteres más populares para la opinión pública. Todo ello pese a que en el año 2007 ya se había realizado una inversión de 3,6 millones de euros para modernizar el portaaviones y ponerlo a punto.
Con la decisión de darlo de baja ya tomada, el ministerio de Defensa sacó el portaaviones a la venta para ver si algún país estaba interesado. El hecho de que sólo una decena de países en el mundo se pueda permitir un buque así, hizo que no hubiera compradores, pese a que se habló de una oferta de un país africano sin capacidad para operarlo y que tendría detrás como cliente final a una importante potencia asiática.
Tras quitar del buque todo tipo de material que pudiese ser reutilizado o vendido para espionaje industrial, 2 de julio de 2016 se publicó el anuncio de subasta pública del Príncipe de Asturias para su desguace. El precio de partida fue de 2,4 millones de euros. Se recibieron una quincena de ofertas, pero tan sólo una de forma oficial, aunque tuvo que ser desechada porque presentaba defectos administrativos.
Finalmente, el Boletín Oficial del Estado (BOE) ha publicado este martes la venta del buque a una unión temporal de empresas hispano-turca por un precio de 2,7 millones de euros. Los nuevos propietarios comenzarán ahora los trabajos en el Arsenal Militar de Ferrol, donde se encuentra el portaaviones, con el fin de trasladarlo a Turquía, donde será desguazado y vendidos sus materiales al peso para que sean reutilizados.