La propuesta se encuadra dentro de una batería de medidas relacionadas con la celebración del World Pride 2017. El PSOE sugiere que se celebre un partido de fútbol contra la «LGTBfobia»; que la Junta Municipal lea una declaración institucional, acordada entre los diferentes grupos; y que, dado que el 17 de mayo es el día internacional contra la homofobia, se inicien los trámites para cambiar el nombre de la calle. El argumento empleado por el grupo socialista es que Molina, cantante de copla y homosexual, fue agredido por Dávila, combatiente en la Guerra Civil, falangista y pariente de José Antonio Primo de Rivera.
El episodio al que se refiere el PSOE, aunque descontextualizado, es cierto. El artista fue detenido y apaleado en los Altos del Hipódromo, en el paseo de la Castellana, por tres hombres a principios de los años 40; le desfiguraron la cara y le saltaron varios dientes: «Esto por rojo y por maricón». Con el tiempo, se atribuyó la agresión a Sancho Dávila y Fernández de Celis, que entre 1952 y 1954 fue presidente de la Federación Española de Fútbol.
Pero la calle de Sancho Dávila en Madrid no tiene nada que ver con él. La denominación de esta vía, ubicada entre la calle de Alcalá y la Quinta de la Fuente del Berro, figura en el callejero de Madrid desde el 2 de marzo de 1887, según el Callejero Histórico de Viales y Calles del Ayuntamiento, fácilmente accesible desde la web municipal. A quien recuerda es a Antonio Sancho Dávila de Toledo y Colonna, noble, militar y diplomático (Madrid. 1590-1666) durante el siglo XVII. Así lo cita el periodista Pedro de Répide en su libro «Las calles de Madrid», si bien otra teoría sostiene que honra a Sancho Dávila y Daza, también militar pero en el siglo XVI.
«Sectarismo e ignorancia»
Esta equivocación no es la primera en la capital a cuenta del cambio de nombres. La Cátedra de Memoria Histórica, contratada por el Gobierno de Manuela Carmena –con el apoyo del PSOE–, confundió nombres y sucesos en su primera propuesta para cambiar el callejero por sus referencias franquistas. Estos errores motivaron su disolución y la creación del Comisionado actual, que dirige Francisca Sauquillo. El PP, que solicitará la retirada de la moción, considera que estos hechos «no son simples errores», sino un reflejo del «sectarismo y la ignorancia» que priman en el proceso.
El edil popular Percival Manglano reiteró a ABC la «gravedad» de este «error de bulto». «Los adalides de la memoria histórica son los que menos conocimiento tienen; es la consecuencia de retorcer los datos para encajarlos en su sectarismo», aseveró.