Las imágenes son escalofriantes. A lo largo de casi dos minutos, un hombre agrede a una chica que parece estar inconsciente. Ambos se encuentran dentro de un autobús nocturno, absolutamente lleno de personas, pero nadie intentar frenar el ataque. Nade interviene cuando el agresor mete su mano dentro de los pantalones de la joven y abusa de ella.
El Español / Lejos de increparle, el grupo de jóvenes que les rodean animan al agresor. Los chicos sueltan cánticos estudiantiles a toda voz. Las chicas que se encuentran cerca de ellos se ríen y gritan: «¡qué asco!».
La agresión solo llega su fin cuando la víctima parece recuperar la conciencia y se levanta, apartándose del hombre. A ella se le ve desorientada y parece que no entiende lo que acaba de ocurrir. Semidormida, deambula en busca de la salida en cuanto el autobús llega a una parada. Mientras sale, los hombres que han sido testigos del asalto vuelven a irrumpir en cánticos, esta vez de celebración.
La agresión sexual fue capturada en un vídeo que lleva días circulando por las redes sociales, pero que ha provocado un auténtico escándalo tras ser publicado en su integridad el pasado miércoles en la web del Correio da Manhã, el periódico más leído de Portugal.
Según el diario, el asalto habría tenido lugar entre el día 7 y 14 de este mes, cuando la ciudad de Oporto celebró la Queima das Fitas, la tradicional semana de fiestas universitarias en la que participan hasta 350.000 alumnos del norte de Portugal.
El caso ha conmocionado a los portugueses, los cuales se preguntan cómo es posible que tantas personas hayan presenciado semejante ataque sin intervenir para ayudar a la víctima.
«No entiendo cómo la gente que vio esto y se quedó callada es capaz de mirarse al espejo por la mañana», comentó una lectora en Facebook. «¿No tenéis hermanas, hijas, madres, novias? Sentís placer al ver como un ser humano es humillado?», añade.
«Sólo hay un palabra para describir a los testigos. Sois cobardes. Y el peor de todos es la persona que grabó este vídeo, pues no sólo es un cobarde, sino un pervertido», aseguró otro.
LA VÍCTIMA NO DENUNCIA
La difusión de imágenes tan cruentas ha provocado indignación social, duras críticas al tabloide, y una investigación formal por parte de la Policía de Seguridad Pública (PSP), la principal fuerza policial, que inicialmente pidió cautela mientras analizaba las imágenes para establecer si eran verídicas.
El pasado jueves, sin embargo, los investigadores de la PSP no sólo confirmaban que el vídeo era real, sino que también habían conseguido localizar a la víctima. Se trata de una universitaria mayor de edad que había salido de fiesta y se encontraba volviendo a casa cuando tuvo lugar la agresión.
Aunque agentes policiales asesoraron a la víctima y le informaron sobre sus derechos ante semejante asalto, de momento la joven ha rehusado denunciar la agresión sexual.
Según la legislación portuguesa, la víctima puede denunciar una agresión hasta seis meses después del momento en el que tuvo lugar. Fuentes policiales indican que el delito en cuestión sería el de abuso sexual a una persona incapaz de resistirse al asalto –que conlleva una pena de hasta 10 años de prisión–, con el agravado de haberse cometido en un espacio público.
El hecho de que las imágenes de la agresión hayan sido difundidas a través de las redes sociales supondría la aplicación de cargos adicionales. No obstante, la PSP indica que si la víctima finalmente no presenta una denuncia, la Policía no podrá hacer más que identificar a los presuntos asaltantes.