Le llaman el ‘colegio invisible’. Así se denomina en los pasillos de la Universidad Carlos III al desembarco de miembros de la Fundación Juan March cuyo cerebro es el intelectual de izquierdas y referencia de Podemos, Ignacio Sánchez-Cuenca.
PD / Es una red de colocación subterránea de «amiguetes» no sólo en la Carlos III, tal como ha venido denunciando Periodista Digital, sino también en medios de comunicación. Hace unos meses un diagrama titulado ‘La cultura de los amiguetes de Ignacio Sánchez-Cuenca’ circuló por la Carlos III como la pólvora sin que las autoridades emitieran ni un solo comunicado.
En él podía verse como la Fundación Juan March, creada por el banquero de Franco para lavar su imagen de mecenas de la sublevación del ’36, ante la imposibilidad de mantener el ruinoso Centro de Estudios Sociales Avanzados en Ciencias Sociales (CEACS) decide con la complicidad del rector Juan Romo desembarcar en la Carlos III para colocar a toda su gente a cuenta ya no de la Fundación sino del erario público.
El punto de inflexión es la llegada de Sánchez-Cuenca al Departamento de Ciencias Sociales de la Carlos III cuando se comienzan a convocar plazas que van cayendo en manos de miembros de la Juan March.
Pero la red de colocación se extiende más allá de los muros de la Carlos III y ha alcanzado a los codiciados plató de televisión, los micrófonos de radios y los espacios de opinión en la prensa de papel.
«Todo muy coordinado para lograr el efecto deseado: crear opinión empleando siempre una pática de lenguaje científico y fijar mensajes en la opinión pública», denuncian profesores de la Carlos III a PD.
Advierten estas fuentes a PD que «existe una conexión directa entre parte de la Fundación Juan March y el PSOE». Uno de sus engranajes sería el diputado socialista Ignacio Urquizu, miembro del Instituto Carlos III-Juan March de Ciencias Sociales (IC3JM) y destacado columnista del diaro El País.
Diputado por Teruel y profesor de Sociología de la Universidad Complutense en excedencia, Urquizu hizo campaña desde el diario de PRISA por Susana Díaz. Todo ello muy bien asistido por la gente de la Fundación Alternativas (uno de los think tank del PSOE junto a la Fundación Ideas) donde no solo hay miembros del Insituto, sino que además está dirigido por Belén Barreiro, miembro destacado y mujer de Sánchez-Cuenca, en su día fue experta en encuestas del PSOE y directora del CIS, hoy se dice que las hace para la SER.
Urquizu sido considerado desde la caída en desgracia de Zapatero como uno de los ‘cerebritos’ de la izquierda junto a otros catedráticos y expertos como Belén Barreiro, Sandra León, Carlos Mulas y el ya mencionado Ignacio Sánchez-Cuenca.
EL PAÍS, JOT DOWN, LASEXTA, LA SER…
Ignacio Sánchez-Cuenca se ganó a la izquierda radical con la publicación del ensayo ‘La desfachatez intelectual’ en el que ponia a caer de un burro a intelectuales críticos con el nacionalismo como Savater, Azúa, Juaristi o Vargas Llosa.
A quien no le gusto el libro fue a José Ignacio Torreblanca, profesor de Ciencia Política en la UNED y jefe de Opinión en el El País desde junio de 2016 dado que Sánchez-Cuenca le arrancaba la piel a tiras a sus mejores firmas.
Pero quienes conocen los entresijos de las conspiraciones universitarias afirman que en realidad todo fue una escenificación entre Torreblanca (UNED) y Sánchez-Cuenca (UC3M) para reafirmarse el primero como referente de la izquierda ‘conservadora’ encarnada por PRISA y el segundo como una izquierda más radical en la línea de Infolibre, Público y eldiario.es.
PRISA cuenta con un buen número de colaboradores de la Juan March (y de Politikon, a través de los mediáticos Pablo Simon, y Lluis Orriols, ambos miembros de la March y también tertulianos de laSexta). Sánchez-Cuenca es articulista de referencia en Infolibre y filósofo de cabecera de ‘El Intermedio’ de Wyoming.
EL PADRINO DE TODOS FUE MARAVALL
El padrino de todos ellos es José María Maravall, ministro socialista, cuyo padre fue Jose Antonio Maravall, uno de los grandes intelectuales de Falange. Con Maravall hicieron carrera, conviene no olvidarlo, Alfredo Pérez Rubalcaba y Miguel Barroso, dos irreconciliables monjes negros del PSOE.
¿Cómo se infiltran estos intelectuales de la izquierda en los medios y en las universidades?
«El modus operandi es el siguiente: cuando el CEACS de la Juan March dirigido por Maravall era un centro privado, no se podía hacer el máster y el inicio del doctorado mediante una beca pública tipo FPU o FPI (estas son las becas transparentes y de concurrencia competitiva que solemos tener la mayoría de investigadores de la universidad). Por lo tanto, había que lograr una beca de Caja Madrid, La Caixa o de la propia Fundación Juan March. Estas becas no eran transparentes y, por lo tanto, había un sesgo ideológico en la cooptación. Es decir, si no conocías a algún profesor del CEACS previamente que, además, tuviese buenos contactos en Caja Madrid o La Caixa, era imposible acceder al CEACS, que es un centro elitista y privado», explica un profesor que pide mantener su anonimato.
«Una vez allí, –continúa– el CEACS invitaba a profesores de primer nivel internacional a dar un seminario muy bien retribuido a cambio de que se llevase a alguno de los estudiantes del CEACS como doctorando a su universidad. Los estudiantes del CEACS se doctoraban en el extranjero y luego, al volver, escondían haber pasado por el CEACS y se citaban entre ellos o cooptaban porque eran los mejores. De este modo, aparentan pluralidad pero son todos amigos que se conocen previamente del CEACS y se ayudan mutuamente. Esto es lo que en sociología de la ciencia se conoce como Colegio Invisible», explica la misma fuente.
«Sea como sea, mientras que en el resto de áreas de conocimiento vemos cómo el número de plazas se reducen o como tenemos contratos más precarios, Ignacio Sánchez Cuenca ha logrado colocar a sus juniors como Profesores Visitantes, pervirtiendo esta figura laboral para saltarse la Agencia Nacional de Evaluación de la Calidad y Acreditación (ANECA), y dándoles sueldos de 3.000 euros, cuando los asociados cobramos 466 o los Profesores Ayudantes Doctores 1.500. Esta práctica de expansión de un departamento es totalmente inusitada en España y es imposible de realizar si no es con el total apoyo del rectorado», concluye.
Otras fuentes prefieren matizar que aunque la relación con el PSOE empieza, lógicamente, como Maravall, esta red de colocación no trabaja para un partido sino para su propio beneficio. «En los últimos tiempos, la gente de la March ha entrado y salido. Uno de sus máximos valedores es Ramón Jauregui».
La clave no está tanto en quiénes sobreviven, como Urquizu o Sandra León (quien también colabora activamente en El País, la SER…), sino en cómo se han ido extendiendo en otros partidos. «El PSC para gente como Orriol, Podemos para Sánchez-Cuenca, la gente de Politikon para Ciudadanos… un reparto que asegura influencia gane quien gane las próximas elecciones», sentencian a PD.