Los tres hombres, que habían solicitado asilo en el país, golpean en repetidas ocasiones a la mujer y llevan a cabo hasta nueve agresiones sexuales.
La Gaceta / «Las imágenes son todavía peor de lo que pensábamos», aseguran los investigadores de una espeluznate violación ocurrida en la ciudad alemana de Mühlhausen, donde tres solicitantes de asilo abusaron de una mujer húngara hasta en nueve ocasiones mientras grababan todo lo ocurrido con el teléfono móvil que previamente le habían sustraído.
Los inmigrantes interceptaron a la mujer en una calle de la ciudad y la arrastraron hasta un callejón donde, tras propinarle decenas de patadas y puñetazos, comenzaron a violarla por turnos. El Tribunal del Estado ha desvelado la conversación de uno de los tres acusados, Isaak N., con la víctima: «Tú y yo vamos a tener sexo ahora».
La mujer trató de zafarse de su agresor, pero le fue imposible. A continuación llegaron los otros dos inmigrantes y le colocaron «algo» en la boca para evitar que sus gritos alertaran a los vecinos. Las pesquisas en torno al caso determinaron que el ADN de dos de los solicitantes de asilo coincide con el encontrado en la víctima.
La declaración de la mujer durante el juicio, que tuvo que ser interrumpido varias veces por la imposibilidad de continuar con la narración de los hechos, ha causado estupor en la sociedad alemana, que ya ha mostrado su desacuerdo con las medidas migratorias puestas en marcha por la canciller, Angela Merkel.
Fallos en el procedimiento de acogida
El ministro del Interior alemán, Thomas de Maizière, anunció la revisión de decenas de miles de peticiones de asilo concedidas, al entender que podrían haberse resuelto positivamente pese a no contar con todos los documentos necesarios.
Para comprobar si efectivamente se han cometido errores, De Maizière anunció la revisión por adelantado de entre 80.000 y 100.000 expedientes resueltos positivamente entre 2015 y 2016, principalmente de varones jóvenes (entre 18 y hasta 35 o 40 años) de los diez principales países de origen de los demandantes de asilo.
Amenazas a Visegrado
Se avecinan unos meses calientes en Bruselas. Las primeras pinceladas de los nuevos presupuestos europeos son, cuanto menos, polémicas. La reducción del gasto como consecuencia del Brexit, una mayor aportación de los socios y la vinculación de esas cantidades a ciertos criterios para «responder a la presión migratoria». Angela Merkel, que impuso una política migratoria común a todos los países miembros, ha lanzado veladas amenazas al bloque del Este por negarse a acoger refugiados.
La Comisión Europea se ha posicionado a favor de la canciller alemana y pretende presionar a estos países con recortes en los fondos estructurales y de cohesión si no aceptan el chantaje. El planteamiento de Bruselas resume bien los últimos años de la UE: O aceptas, o no recibes nada. Polonia y Hungría se han negado a recibir migrantes al entender que las estructuras del país no están «listas» para soportar el peso de los recién llegados.
La Eurocámara ya les abrió un expediente sancionador y un informe filtrado por la CE acaba de poner rumbo hacia esos objetivos: el brazo ejecutivo de la UE plantea en un jugoso informe de 33 páginas, El futuro del presupuesto de la UE en 2025, reformar la política de cohesión -cuyos destinatarios son precisamente los del Este- para incluir nuevos criterios en el reparto.
