A los Cayo Lara, Gaspar Llamazares, Pablo Iglesias, Juan Carlos Mondero, Alberto Garzón y demás compañeros ateos esta noticia que aparece en los medios de comunicación les va a dar un soponcio. Porque resulta que el mito de todos los mitos, Dolores Ibárruri Pasionaria, murió católica y cristiana en ejercicio. Confesó y comulgó de la mano del jesuita y también comunista padre José María Llanos, uno de los más importantes iconos del final del franquismo y de la restauración democrática.
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Aquella imagen de Pasionaria levantando el puño ha dejado paso a la otra arrodillada mientras un compañero del Partido Comunista de España (PCE) le absuelve de sus pecados. Ya dijo el otro que Dios nunca abandona a un buen marxista, tal y como han señalado desde el diario El Confidencial.
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Probablemente mucho de los lectores jóvenes de este diario no tendrán cabal idea de lo que Pasionaria representó en los albores de la Guerra Civil, durante la Guerra Civil y en la post Guerra Civil. Era el símbolo del comunismo más estalinista, la atea que perdió la fe y, al parecer, volvió a reencontrarla. Y es que cuando llega la hora de reunirse con Dios todos -o la gran mayoría de las personas- se vuelven católicos y piden confesión en los últimos momentos de su vida para arrepentirse de todos sus pecados.
Se trata de una afirmación que sustenta el jesuita Pedro Miguel Lamet en su último libro Azul y Rojo: José María Llanos, el también jesuita comunista de El Pozo del Tío Raimundo.
El padre Llanos fue a la vez confesor del general Francisco Franco y uno de los símbolos de jesuitas comunistas en España. Pero el Jefe del Estado nunca olvidó los Ejercicios Espirituales que le dio tras la Guerra Civil y cuando se trastocó en cura rojo no permitió que su Policía incordiara al cura jesuita obrero, por mucho follón que organizara.
Pedro Miguel Lamet, un jesuita periodista y escritor de notable talento y ubicado en el centro, publica una carta de Pasionaria inequívoca respecto a cómo el símbolo del ateísmo feroz volvió al redil. Escribe el 6 de enero del año 1989 la que fue presidenta del Partido Comunista de España durante muchos años y enardeció a las masas durante la Guerra en misiva al padre Llanos:
“…Sé que pides por mí al Partir el Pan (misa)… A ver si convertimos lo viejecitos que somos en un canto de alabanza y acción de gracias al Dios-amor como ensayo de nuestro eterno quehacer…”.
Se confirma también que antes Dolores Ibárruri, la dirigente del “No pasarán”, había pedido confesión a José María Llanos, y de su mano comulgó en numerosas ocasiones.
¡Una noticia que hará rechinar el anticlericalismo radical de los neocomunistas españoles como la formación política Podemos!
Conocía el libro de Lamer y la confesión de la Pasionaria Dolores Ibarruri. Como tantos marxistas que al final de su vida, vieron la verdad. Dios la tenga en su gloria.