ELMUNICIPIO.ES 
Cuando Venezuela esté en llamas y los gritos de Leopoldo López se escuchen en todo el continente, el libertador y pacificador el expresidente del Gobierno de España -José Luis Rodríguez Zapatero- no tendrá mucho que decir, ni su amigo Ferreras de La Sexta, mucho que preguntar.
Noticia relacionada —Chantaje de Zapatero a Leopoldo López: Libertad a cambio de frenar las protestas callejeras—
Esto es lo que se vislumbra de la entrevista de este Lunes 3 de julio de 2017 en el programa de la televisión de extrema izquierda ‘Al Rojo Vivo’, en la que el periodista Antonio García Ferreras pasó revista a todo el panorama político con el expresidente del Gobierno que ahora se inmiscuye en algo así como un proceso de entendimiento entre el régimen dictatorial de Nicolás Maduro y la represaliada oposición en Venezuela, que lleva más de 80 muertos en apenas unas semanas, tal y como han informado desde el diario Periodista Digital.
José Luis Rodríguez Zapatero sacó pecho junto a un orgulloso Ferreras de la liberación del movimiento homosexual en España así como por ‘el fin’ de la banda terrorista ETA, pero en lo que se refiere a valorar la dantesca situación que se vive en Venezuela, político y periodista pasaron de puntillas, no vaya a ser que nos pillen.
Más información —El jefe de La Sexta pillado en una reunión secreta con los líderes de Podemos—
Sí preguntó Ferreras a su invitado por Leopoldo López, para conocer si en realidad le ofreció Zapatero salir de la cárcel a cambio de apoyar al régimen y tratar de frenarlas protestas en las calles, ante lo que Zapatero respondió que es «absolutamente falso», es normal no lo va a reconocer ante los medios de comunicación.
Pero se olvidó Ferreras de ponerle el lamentable vídeo en el que Leopoldo López grita por la ventana de la prisión que le están torturando a su mujer Lilian Tintori desde la prisión de Ramo Verde.
Ni rastro del vídeo, ni rastro de la pregunta y ni rastro de comentario de Zapatero sobre el estado de Leopoldo López, aunque hay que recordar que para el expresidente español ni siquiera es un preso político.
