Corea del Norte ha llevado a cabo este domingo su sexta prueba nuclear, dando un paso más en su pulso al presidente de Estados Unidos, Donald Trump, quien le había advertido contra este tipo de ensayos. Según ha anunciado a bombo y platillo la televisión estatal norcoreana, el régimen del joven del joven dictador Kim Jong-un ha hecho detonar una bomba de hidrógeno que puede ser cargada en sus misiles intercontinentales, en teoría capaces de golpear algunas ciudades estadounidenses.
ABC / Efectuada al mediodía (5:30 de la madrugada, hora peninsular española), dicha prueba atómica ha sido la más potente hasta la fecha y ha provocado dos fuertes terremotos, uno de magnitud 6 y otro de 4,6, que se han sentido hasta en China y Rusia, a menos de cien kilómetros del silo nuclear de Punggye-ri, donde tienen lugar estos ensayos. Además, y según informa la agencia Yonhap, en Corea del Sur se han registrado hasta 31 temblores, trece de ellos en la capital, Seúl.
«La prueba de la bomba H se ha llevado a cabo para examinar y confirmar la exactitud y credibilidad de la tecnología de control de su potencia, así como nuevos diseños estructurales internos introducidos para cargar dicha bomba en un misil intercontinental», aseguró la agencia estatal norcoreana, KCNA. Desde 2006, el régimen de Pyongyang ha llevado a cabo seis ensayos nucleares, dos de ellos el año pasado, cuando hizo detonar su primera bomba de hidrógeno en enero. Frente a aquella, esta ha sido once veces más potente, y entre cinco y seis más que la explotada en septiembre del año pasado, que también provocó un fuerte seísmo.
Horas antes del ensayo, Corea del Norte ya clamaba que había desarrollado «un arma termonuclear multifuncional con gran poder destructivo que puede ser detonada incluso a grandes altitudes». En sus fotografías, la KCNA mostraba a Kim Jong-un inspeccionando lo que parecía ser una bomba H, más potente que un artefacto nuclear y «lista para ser montada en un misil intercontinental».
Poco después, saltaban todas las alarmas en Asia al detectarse dos fuertes terremotos cerca del silo nuclear norcoreano, lo que obligaba a Japón a enviar tres aviones sobre la zona para comprobar si había radiación o no. Casi al mismo tiempo que el Gobierno nipón avisaba del hallazgo de radiactividad en el aire, la televisión norcoreana confirmaba la prueba y difundía imágenes de Kim Jong-un firmando la autorización ante sus generales.
Con esta nueva provocación, Pyongyang no solo vuelve a desafiar a EE.UU., sino también a agraviar al régimen de Pekín, ya que el presidente Xi Jinping ha inaugurado este domingo en la ciudad costera de Xiamen una cumbre de las potencias emergentes que componen los BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica).
Al igual que hiciera en mayo, cuando disparó un misil durante la cumbre de las Nuevas Rutas de la Seda en Pekín, Kim Jong-un vuelve a torpedear el lucimiento internacional de China, el único aliado que le queda y le permite su supervivencia.
A pesar de su histórica alianza, sus relaciones se han deteriorado notablemente en los últimos tiempos y el régimen chino ha respaldado el endurecimiento de sanciones internacionales para frenar la escalada militar norcoreana. Inmediatamente después de esta nueva prueba atómica, el Ministerio de Exteriores chino la ha condenado en un comunicado difundido por los medios oficiales.
Tras convocar una reunión de emergencia del Consejo Nacional de Seguridad, el presidente de Corea del Sur, Moon Jae-in, ha abogado por endurecer aún más las sanciones de la ONU para «aislar completamente» a Kim Jong-un. Pero el joven dictador sigue enrocado en su desafío nuclear para disuadir a EE.UU. de un cambio de régimen y blindarse en el poder.
El presidente de EE.UU., Donald Trump, ha condenado el nuevo ensayo nuclear de Corea del Norte, un país que ha calificado de «hostil» y «peligroso» para los Estados Unidos y que, según subrayó, se ha convertido en una «amenaza» y una «vergüenza» para China.
En varios mensajes a través de su cuenta de Twitter, Trump asegura también que Corea del Norte es un «estado al margen de la ley» que «solo entiende una cosa».
«Corea del Sur está percatándose de que, como ya les dije yo, su postura de apaciguamiento con Corea del Norte no va a funcionar. ¡Solo entienden una cosa!», ha afirmado Trump.
