Una pesadilla española y patriotica en toda regla la que está pasando en su celda 203 del módulo uno de la prisión de Soto del Real el separatista golpista y líder de la organización independentista ANC, Jordi Sánchez.
Al separatista catalán Jordi Sánchez Picanyol, de 53 años de edad, no lo pueden ver ni en pintura los demás presos de la cárcel de Soto del Real, y se desespera por momentos en su habitáculo de 10 metros cuadrados tras haber sido acusado junto a su compinche separatista Jordi Cuixart, de un delito de sedición por promover el 20 y 21 de septiembre de este año 2017 el acoso de las masas separatistas a la Guardia Civil.
Y todo por «chivato», según señalan diversos medios de comunicación. A las pocas horas de entrar en este madrileño centro penitenciario, y cuando se disponía este pasado martes 17 de octubre de 2017 a cenar en el comedor común, un preso le dedicó por los pasillos al líder de la Asamblea Nacional Catalana (ANC), un sonado »Viva España». Ahí empezaron sus desgracias y torturas patrióticas españolas, más si cabe para el separatista y golpista, Jordi Sánchez.
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Raudo y veloz, en plan histérico y al parecer un pelín acojonado por los terribles acontecimientos patrióticos que estaba sufriendo, denunció ante un funcionario al autor del ‘improperio Viva España’, -un bragado hombre de etnia gitana condenado por drogas y muy querido en el módulo-, (al que se unieron luego otros dos compañeros patriotas) lo que le ha valido a Jordi Sánchez ser considerado ahora, según señalan varios medios de comunicación digitales como toda una «maricona» y una «perra chivata», insultos que le dedican a todas horas los presos del Soto del Real mientras le ponen a toda pastilla y para hacerle rabiar el «Viva’ España» de Manolo Escobar que tanto le gusta para torturarlo con la canción española o si se tercia el «Novio de la Muerte» de la Legión cuando ya esta pidiendo algo más «ligerito», con sus radiocedés de la marca Sony comprados en el economato de la prisión.
Según señalan algunos funcionarios de la prisión de Soto del real:
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«…Se sintieron indignados porque está muy mal visto entre ellos que un preso delate a otro. Ahora hay un grupo de gitanos que le está tocando la moral. Había entrado ya siendo un tío mal visto, pues ahora con más motivo. En otro módulo le habrían puesto la mano encima. Es que le han cogido manía y lo único que tratan es de incordiarle, pero nadie le ha amenazado. Cuanto más se queje más le gritarán «Viva España». Lo raro es que aún nadie le haya escupido. No se separa de la garita de los funcionarios…», han señalado fuentes cercanas de la prisión consultadas por varios digitales.
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EL PENE DEL GITANO
Y para colmo de su vía crucis español y patriótico, durante estas últimas horas, uno de estos gitanos no para de enseñarle el pene al grito de «Viva España» cada vez que pasa a su lado en plan mofa, tal y como han señalado desde el digital MD.
A Jordi Cuixart le dejan más tranquilo los presos
Mientras tanto, separado de este ‘hombre de paz’ que lideró la violenta asociación separatista de La Crida que culpó del atentado de Hipercor «a la empresa y a la policía», y que de paso promovió la quema de contenedores a lo kale borroka, está en su celda 213, sin meterse con nadie y en plan «autista» a decir de los funcionarios, Jordi Cuixart. No se mete con nadie y le dejan en paz:
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«…Alguna mirada de asco sí, pero la mayoría no tiene ni idea de quién es. Es un módulo con personas más jóvenes, muchos extranjeros, donde no están tan interesados en asuntos políticos. Son presos primarios menores de 45 años…», tal y como señalan los funcionarios de la prisión de Soto del Real consultados por los medios de comunicación que están al tanto de las novedades que los dos separatistas encarcelados.