Horas de tensión y turbulencias económicas. Las oficinas de las entidades financieras en Barcelona registran mucha más actividad. Este viernes, tras el anuncio del Banco Sabadell de que traslada su razón social a Alicante, la atención se divide entre la Audiencia Nacional, donde se ha interrogado al jefe de los Mossos, Josep Lluís Trapero, a una intendente de ese cuerpo que dio largas a las peticiones de ayuda de la Guardia Civil y a los presidentes de la ANC y Òmnium. Entre las cuestiones a tratar con la jueza, el destrozo y saqueo de tres vehículos del Instituto desde cuyos techos Jordi Sànchez y Jordi Cuixart arengaban a la masa.
LD / La Assemblea Nacional Catalana también ha hecho planes de contingencia, igual que la mayoría de las empresas. Recomienda a sus bases encerrarse en casa el domingo, cuando está prevista la manifestación de Sociedad Civil Catalana que pedirá «sensatez» en Barcelona. Hay que guardar fuerzas para el lunes, alegan.
La celebración del pleno de la independencia está en el aire, pero no precisamente por la suspensión del Tribunal Constitucional. El pavor económico desatado por la deriva del proceso, los primeros conatos de violencia en las calles, el acoso a los miembros de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, a jueces y fiscales, a periodistas que no sean de medios catalanes o extranjeros producen insólitas llamadas a la calma y a no declarar, de momento, la independencia. Pilar Rahola, en La Vanguardia, se ha sumado al «editorial» de Jordi Basté en la emisora del Conde de Godó. Ahora no conviene la Declaración Unilateral de Independencia (DUI). La situación es «muy inflamable» dice la articulista estrella del diario barcelonés y no hay que perder el «capital» ganado.
En los «países catalanes»
Oriol Junqueras minimiza la salida de las dos entidades financieras catalanas. Que el Sabadell se vaya a Alicante y CaixaBank a Mallorca no tiene importancia. «Son países catalanes», afirma el cada vez más alterado vicepresidente de la Generalidad y organizador del referéndum del 1-O, que obviamente denuncia «presiones del Estado» a las entidades.
El panorama catalán es pura incertidumbre agitada por la CUP, cuyos Comités de Defensa del Referéndum se organizan para tomar el control depuertos, aeropuertos, edificios del Estado y otras infraestructuras básicas. La diputada Eulàlia Reguant declaraba esto en «Nació Digital»: El control efectivo del territorio es clave en este proceso y es el punto en el que ahora debemos estar trabajando, más allá de si el lunes el Parlament declara la independencia. Cuáles son los efectos y cómo gradualmente vas controlado el territorio y todos los sectores estratégicos en manos del Estado. Y eso el lunes se tiene que notar».
Calendario de huelgas
Así pues, la convocatoria del lunes por parte de la ANC contará con el apoyo de los Comités de Defensa del Referéndum (CDR). Además, un sindicato independentista ha registrado una petición de huelga para el martes que la consejería de Trabajo de la Generalidad ha cursado ágilmente. También está en marcha el trámite para otra huelga el lunes 16.
En algunos supermercados se aprecia una gran rotación de producto y lineales menos abastecidos. Los empleados dicen que la gente compra más estos días. En los grupos de whastapp se recomienda llenar las despensas mientras los CDR de la CUP mantiene asambleas estratégicas.
En Sant Boi, donde está el cuartel militar que ha recibido el material logístico -cocinas y duchas portátiles- para policías y guardias, tal comité es especialmente activo. Prueba de ello es la multitudinaria asistencia a la asamblea en la que se decidió marchar en silencio hasta el cuartel militar el jueves. En su cuenta de Twitter muestran las consignas «light». Hace furor una aplicación de móvil sugerida por Edward Snowden, otro de los apoyos del separatismo, en que señalan los objetivos a controlar y los planes para ocuparlos.
La composición de tales comités es muy variada y abundan individuos expertos en las tácticas de terrorismo callejero.
Independencia por la fuerza
El programa separatista podría haberse complicado un poco más si la Audiencia Nacional hubiera adoptado medidas cautelares sobre los investigados. Sin embargo, la CUP está fuera de control y gran parte de la ANC también.
Se detectan grietas en el PDeCAT, inquietud en ERC, pero los antisistema marcan la agenda separatista. Insisten en la declaración unilateral, en la aplicación de los resultados del 1-O por la fuerza. Diputados y líderes «sociales» separatistas están desencajados y se aferran a la posibilidad de una mediación.