La mujer de Carles Puigdemont, Marcela Topor, huye a Rumanía con sus dos hijos a sabiendas de que algo muy grave va a ocurrir a partir del lunes 16 de octubre de 2017 en la Comunidad Autónoma de Cataluña. Nadie tan protegida como ella huiría si no tiene algo tan grave que ocultar en un posible interrogatorio.
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Según han publicado varios medios digitales, el almeriense y la rumana, dos catalanistas separatistas acérrimos. La extraña forma en que logró entrar Carles Puigdemont en la presidencia de Generalitat de Cataluña siendo de origen limitado a la afiliación de su partido político y de ahí meteóricamente a alcalde de Gerona, podría deberse a que Carles Puigdemont ha sido colocado por la OTAN. Carles Puigdemont habla rumano. El dice que se lo ha enseñado su mujer Marcela Topor.
La mujer rumana de Carles Puigdemont, Marcela Topor, es 15 años menor que el almeriense, pero los pelucones bisoñés enamoran sobre todo cuando se queda sin él en la alcoba. Y claro entre la misión, y la pasta que dejan las ayudas de la Generalitat de Cataluña para que ella haga de periodista pues eso.
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“…Cataluña: comienzan a huir. La mujer de Puigdemont se fuga -era una agente de la OTAN desde que era actriz-, y Natalia Esteve, vicepresidenta de la CUP. La Eurogendfor actuará esta semana del 16 octubre en Cataluña camuflados de anarquistas, los paga Madrid indirectamente en su cupo por el ejército privado europeo…”, han señalado diferentes medios de comunicación digitales.
Marcela Topor, la primera dama catalana, borrada de internet
Es curioso que la vida del nuevo presidente de la Generalitat esté documentada al detalle en internet mientras que la de su mujer prácticamente no exista. Carles Puigdemont y Marcela Topor son periodistas, por lo que su presencia en las redes sociales se da casi por supuesta. Puigdemont tiene un blog en el que se puede incluso ver una foto de su primera hija recién nacida acompañada de un texto en el que cuenta los pormenores del parto. Topor, en cambio, está desaparecida. Desde que su nombre saltó a la primera plana el pasado sábado por la tarde, en pocas horas, su huella en internet desapareció.
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Hay alguna historia publicada en varios periódicos rumanos en los que se puede incluso ver fotografías de la pareja paseando por Sucevita (sur de Rumanía) con Joan Laporta en 2014. Y esa es curiosamente una de las pocas imágenes que el matrimonio no controla. La página de Facebook de Marcela es infranqueable, su Twitter no tiene ni una publicación, no existe un Linkedin ni un blog. O la primera dama tenía la vida resuelta o su vida digital se ha borrado. Algunos reporteros que siguen la actualidad política catalana dicen a LOC haber visto una presencia digital clara que desapareció pocas horas después del nombramiento de su marido.
Información ofrecida por el Blog de Eladio Fernández
