El Gobierno de España seguirá adelante sin que le tiemble el pulso. Ese es el mensaje que ha lanzado Rajoy desde la tribuna de oradores del Senado al presentar las medias con las que pretende empezar a tomar el control de la Generalitat de Cataluña para frenar la independencia.
ECD / El presidente del Gobierno de España ha hecho un referencia de pasada a los últimos días, especialmente intensos por los movimientos de mediación y contactos que se produjeron entre La Moncloa y el Palau de la Generalitat de Cataluña para tratar de frenar el “choque de trenes”, y que tuvo su cénit en el amago de convocar elecciones anticipadas y renunciar a la declaración de independencia que pretendía llevar al Parlament.
No habrá cambios en las medidas previstas
Pero esa referencia ha sido para despreciar esas maniobras del Govern de Puigdemont. “Nada sustancial ha ocurrido desde el sábado”, cuando el Consejo de Ministros aprobó las medidas, “que justifique cambios” en el plan presentado al Senado para destituir al presidente catalán y a sus consejeros.
El líder del Ejecutivo ha defendido, por un lado, el propio artículo 155 como mecanismo homologable al que tienen otros países democráticos ante graves incumplientos de la ley por parte de sus regiones. Para Rajoy, es un mecanismo “legal, democrático, aprobado por los españoles” en la Constitución y se ha preguntado retóricamente qué hubieran hecho Francia o Alemania para frenar a una de sus regiones si convocara un referéndum de autodeterminación.
Mariano Rajoy ha tratado de argumentar que el recurso a esta solución excepcional era “la única alternativa”, aunque al mismo tiempo ha tratado de responsabilizar a Puigdemont de la aplicación del 155, por no haber dado marcha atrás en su desafío.
Y ha cargado durísimamente con los continuos vaivenes que ha ido dando el Parlament desde el referéndum del 1 de octubre. En su estilo más mordaz, Mariano Rajoy ha asegurado que la cámara autonómica se estaba “riendo” del conjunto de España con sus amagos y triquiñuelas de estas últimas semanas.
No habrá una acuerdo para reconozca “desigualdades”
El discurso del presidente del Gobierno ha incluido también un pasaje para tratar de despejar dudas entre quienes temen que la salida al conflicto independentista sea una reforma de la Constitución que implique privilegios para Cataluña.
Rajoy ha querido dejar claro que no irá por ese camino: que “a cambio de sosegar el desafío”, no aceptará que se reconozca “la existencia de categorías desiguales” entre ciudadanos españoles como consecuencia del pulso independentista de la Generalitat.
Esta afirmación tajante del líder del PP ha despertado uno de los mayores aplausos de la banca popular, que ha arropado a Rajoy en este pleno con repetidas ovaciones, como la que ha rubricado el anuncio de que va a destituir al presidente de la Generalitat y a todos los consejeros de su Govern.
Otro de los hilos principales del discurso de Mariano Rajoy ha sido el ataque a Carles Puigdemont. Más allá de trasladarle la culpa de que se haya terminado activando el artículo 155, le ha reprochado que no se haya atrevido a dar la cara en Madrid, de no haber querido asistir a la Conferencia de Presidentes autonómicos, de no haber comparecido en el Congreso y de no haber acudido ayer al Senado para alegar contra su propioa destitución.