Primero fueron las grandes entidades bancarias catalanas, después el resto de compañías del Ibex35 y también pequeñas y medianas empresas. Pero ahora lo hace un símbolo: Lionel Messi. El argentino ha decidido marcharse del Barcelona en el caso de que Cataluña se independice.
LD / Lionel Messi no se separa del teléfono estos días. Llamadas y mensajes continuos desde Argentina y Ecuador (donde se encuentra hoy) para saber en qué estado se encuentra el desafío separatista en Cataluña. Su preocupación le ha llevado a realizar las consultas pertinentes. El astro argentino ha tomado la decisión, tras recabar toda la información de sus asesores y familia, de marcharse de Cataluña en caso de que ésta se independice de forma real.
El entorno más cercano ha realizado contactos a tres niveles: primero preguntaron en el F.C. Barcelona para saber cuál sería la postura del equipo. La respuesta que le dieron fue tan ambigua, según han relatado a este medio, que no convenció a los hombres de Messi.
En segundo lugar, las consultas se centraron en La Liga donde fueron tajantes: «Si Cataluña se independiza, el Barcelona no podrá jugar aquí». Esa respuesta puso más nerviosos al padre y al hermano de Messi que comenzaron a erosionar emocionalmente al jugador, al que le gustaría seguir en el Barça. En «Little Rosario», como apodan al lugar donde vive todo el clan en Barcelona, cunde el estado de nervios. Personas muy cercanas a Messi confirman a Libertad Digital que «por eso no hemos renovado aún».
Por todo ello, el tercer contacto se ha hecho con el Manchester City. El padre y el hermano de Lionel quieren saber si el equipo de Pep Guardiola estaría dispuesto a realizar la inversión que requeriría llevarse a Messi allí. El contrato y la prima de fichaje encarecería la operación hasta cifras récord pero Leo tiene la sartén por el mango. Termina contrato en junio de 2018 y en dos meses podrá negociar con quien quiera.
Las inversiones, en Madrid
Hace tiempo que los asesores del jugador argentino le vienen recomendando que no invierta más en Barcelona. El escenario de intranquilidad provocó que Messi diversificara sus negocios, llevando parte de los mismos hasta Madrid. Y en la actualidad reparte sus inversiones entre Argentina, concretamente en Rosario, y la capital de España. En ambos casos se trata de negocios inmobiliarios para gestionar la compra y venta de pisos y hoteles. También posee algún negocio de restauración.
Lionel Messi, como ya adelantó este medio en primicia, fue el primero en enfrentarse a Piqué por la disputa del encuentro frente a Las Palmas. El argentino está harto de la deriva política y separatista del club y sólo quiere jugar al fútbol. Centrarse en lo suyo, que es intentar ganar siempre.
Lionel Messi no quiere saber nada del desafío independentista y decidió hace mucho tiempo no prestarse a la causa. Ahora da un paso más y deja claro a su entorno que tienen luz verde para hacer las maletas si Cataluña se convierte en una república independiente con un Barça teniendo que jugarse los títulos con el Mollerusa.