El terrorista etarra Arnaldo Otegi tiene al parecer mala memoria, y alardea de buena conciencia. Este sábado 25 de noviembre de 2017, aseguró desde su cuenta personal de la red social Twitter, -con motivo del Día Internacional para la erradicación de la Violencia de Género-, que «corresponde a todos» acabar con esta lacra «en los centros de trabajo, en las instituciones y en la calle».
En su mensaje en dicha red social olvidó que él perteneció a una banda terrorista que asesinó a sangre fría a cientos de hombres y a decenas de mujeres y niños, y que justificó sus crímenes. Además, desde el diario digital La Gaceta le refrescan la memoria al etarra Arnaldo Otegi:—¡¡Bombazo!! La Guardia Civil “muele a palos” al etarra Arnaldo Otegi—
Más de 60 mujeres asesinadas
Todos los ciudadanos españoles -y extranjeros- han sido víctimas potenciales de la organización terrorista. De las 858 que COVITE y la AVT contabilizan, 21 fueron menores; 361 civiles -el 42,07%-; 209 guardias civiles; 150 policías nacionales -el último, un policía francés, Jean-Serge Nèrin, en marzo de 2010; 97 miembros de las Fuerzas Armadas; 25 policías municipales- y 16 policías autonómicos, según las estadísticas oficiales recogidas en el libro «Vidas rotas» (2010). Más de 60 fueron mujeres.
La primera, una niña
La primera víctima de la banda terrorista ETA fue una niña llamada, Begoña Urroz Ibarrola, de tan solo 22 meses de edad. Fue alcanzada por una bomba incendiaria colocada en la estación de Amara de San Sebastián el 27 de junio del año 1960. Sufrió quemaduras en las piernas, en los brazos y en la cara que le provocaron la muerte un día después en un centro médico.
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En década de los 70 -septiembre del 74-, la banda terrorista ETA asesinó a 13 personas, entre ellas María Jesús Arcos Tirado, de 28 años de edad, Francisca Baeza Alarcón, de 45 de edad, María Josefina Pérez Martínez, de 21 años de edad; Concepción Pérez Paino, de 65 años de edad; y María Ángeles Rey Martínez, en el atentado en la cafetería Rolando de la ciudad de Madrid, ubicada a pocos metros de la Puerta del Sol.
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Cuatro años más tarde, en agosto del año 1978, fue asesinada Emilia Larrea Sáez de Adacia tras un ataque contra la Casa Cuartel de Aretxabaleta (Guipúzcoa). Dos estudiantes, Hortensia González Ruiz y Dorothy Fetig, ambas de 20 años de edad, fueron asesinadas en Besain y Madrid en el año 1979. Ese mismo año falleció Guadalupe Redondo Vian, de 59 años de edad, por una bomba en la estación de Atocha (Madrid).