Sobre el promontorio en el que el 3 de mayo de 1808 el ejército de Napoleón fusiló a 43 madrileños que se levantaron contra la invasión de las tropas francesas, comenzó a edificarse, seis décadas más tarde, el Cuartel de la Montaña. Este enclave estratégico, también fue escenario de otra contienda: la sublevación de las milicias del general Franco, que se alzaron en julio de 1936 y tomaron esta fortificación como base de operaciones en Madrid. Este sobrio y robusto edificio, con capacidad para albergar a 3.000 soldados de infantería, quedó en ruinas tras la batalla. Pero la colina de Príncipe Pío, gracias a sus vistas privilegiadas, volvió a ser escogida para acoger otro acontecimiento histórico.
ABC / Sobre el solar se reconstruyó, piedra a piedra, el monumento más antiguo de la capital: el Templo de Debod, que llegó a España tras ser salvado de las aguas de la presa de Asuán. Sin embargo, bajo sus 2.300 sillares aun se conservan vestigios de lo que fue aquella destacada edificación militar del siglo XIX. «Delante del templo y en la zona sur, a un metro de profundidad, se han detectado restos del muro perimetral del Cuartel de la Montaña», explica a ABC la jefa del departamento de Patrimonio Histórico del Ayuntamiento de Madrid, María José Relaño. Esta es una de las conclusiones que arroja la prospección con georradar del subsuelo, que se inició en diciembre del año pasado y cuyos resultados serán presentados ante el comité de expertos que analizará la posible cubrición del Templo en marzo de 2018.
Debod es la única de las cuatro joyas nubias «donadas» por Egipto que resiste aún a la intemperie. Sus losas milenarias atestiguan la historia del santuario, pero no son ajenas a las difíciles condiciones climáticas de la capital y al vandalismo al que están expuestas. Muchas han sido las voces competentes en la materia que reclaman desde hace años un cerramiento para el Templo. Sobre este asunto se debatirá, como ya avanzó a ABC, en una jornada técnica que, finalmente, se celebrará en la primera semana de marzo en vez de en diciembre. A lo largo de siete ponencias y una mesa redonda se explorará la posibilidad de instalar una gran cúpula protectora, como ha defendido en varias ocasiones el PSOE, o la inclusión del Templo en un complejo museístico.
«Los vestigios del Cuartel de la Montaña serán tenidos en cuenta para el futuro proyecto técnico, pero no impedirían la cubrición del Templo con una estructura enterrada o semienterrada, si se decide que esta es la mejor opción», indica Relaño. Los datos que revela el georradar serán aportados a los asistentes junto a los que arroja la «monitorización inteligente del Templo». En diciembre del año pasado, también se instalaron unos equipos especiales que miden varios parámetros fisiológicos (temperatura, viento, humedad ambiental,…) y que permiten obtener datos científicos sobre los principales agentes que deterioro del Templo.
Además de las directoras generales de Patrimonio del Ayuntamiento y la Comunidad, en la jornada técnica participarán egiptólogos del CSIC, catedráticos en Petrología, Conservación, Restauración y directores de obras museísticas importantes. También estará presente el Conservador del Departamento de Arte Egipcio del Museo Metropolitano de Nueva York, donde se conserva el Templo de Dendur, otro de los cuatro oráculos egipcios donados en la «campaña de Nubia».
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«El objetivo es cruzar los datos técnicos recabados y examinar qué tipo de soluciones se han dado en otro lugares a problemas similares», sostiene Relaño. Con la vista puesta en 2020, cuando se cumplen 50 años de la llegada del Templo a Madrid, el compromiso es presentar las conclusiones para un futuro plan director, cuyas bases tendrán que ser realistas técnica y económicamente.