Cuando José Antonio Primo de Rivera abandonó definitivamente su vida plácida y aristócrata y abrazó el compromiso de la Revolución Española.
Sábado 1O de Febrero de 1934
El día antes, un pistolero socialista habia acabado por la espalda con la vida del estudiante falangista de Medicina Matias Montero. Mas de mil personas se encuentran esperando en el cementerio la llegada de José Antonio Primo de Rivera.
Más información relacionada —Memoria Falangista: La Bandera de la “Nueva España” que soñaba José Antonio Primo de Rivera—
Pero José Antonio Primo de Rivera se encontraba fuera de Madrid realizando una de sus aficiones preferidas «La caza».
Enterado, regresa cuanto antes a Madrid, pero el entierro se aplaza varias horas hasta su llegada, lo que propicia que varios de los dirigentes de la derecha «fascistizada» que le estaban esperando, entre ellos Eugenio Vegas Latapie (amigo personal del Jefe) , se quejen airadamente por el retraso.
Además tienes que ver la siguiente información —José Antonio Primo de Rivera ante el “primer caído”—
Alguien le cuenta al «Jefe» los comentarios y Jose Antonio Primo de Rivera no volverá a cruzar nunca mas una palabra con su amigo el dirigente «monárquico alfonsino» Vegas Latapie.
La ira inunda al «Jefe», no solo por la muerte de Matias Montero, sino también por las criticas recibidas por parte de los derechistas asistentes (se comprueba solo viendo el rictus de José Antonio Primo de Rivera en las fotos).
A partir de ese momento José Antonio Primo de Rivera decidió que aquel acto que le había retrasado (cazar) era el «último acto frivolo de su vida».
También te interesa ver el siguiente artículo —José Antonio Primo de Rivera en el entierro de Matías Montero—
José Antonio Primo de Rivera, ante la sangre de Matias Montero, juro su indestructible compromiso con la Falange y la Revolución Española.
Texto e imágenes inéditas de Juan Manuel Cepeda del entierro de MATIAS MONTERO