María Castro llegó a «El Hormiguero» para promocionar la gira teatral de «Dos más dos», donde aparece junto a Daniel Guzmán, Miren Ibarguren y Álex Barahona. La actriz aprovechó su primera visita en solitario al programa para contar cómo se enteró de qué estaba embarazada de su niña.
Al parecer, la actriz fue al hospital por un dolor de cuello cuando… «Me hicieron la típica ¿Podría estar usted embarazada? Me mandaron sentarme allí. N le puedo hacer a usted nada porque está embarazada. (…) Tardamos entre 20 y 30 segundos en reaccionar. Automáticamente dejó de dolerme el cuello», contama mientras bromeaba «a la primera, Pablo, a la primera», cuenta la actriz. Querían que se enterara toda la familia a la vez así que concertaron una comida con sus padres y los padres de su chico. «Fue entonces cuando le dimos un décimo que ponía por si el niño no viene con un pan debajo del brazo, y justo detrás estaba la ecografía», cuenta María Castro.
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Pero más especial fue aún el momento del parto (y eso que fue por cesaria). «Llegué yo con mi maleta de Hello Kitty para dar a luz. Estaba todo programado porque la niña venía sentada», recuerda la actriz. Primero entró ella, después su chico porque «no quería llorar sola». «Mi chico no es muy romántico, pero para entonces hizo un video montaje con todas las imágenes desde que nos conocimos, incluso antes de ser pareja. Imagínate ese momento, mientras sientes los tirones, hueles a quemado…». Fue entonces cuando se dió cuenta de que el dos iba a pasar a ser un tres «para siempre». «No puedo describir ese momento en el que tú no conoces aún a esa persona, pero la ves y es como ‘mamá, Maia; Maia, mamá», relata María Castro.
«Espero no provocar una ruptura», bromea la actriz. Y es que la obra «Dos más dos» trata sobre Adrián y Julieta, Tomás y Silvia; dos parejas de amigos de toda la vida que al acercarse a los cuarenta han conseguido el éxito profesional y personal, al menos eso parece. Adrián y Julieta están felizmente casados desde hace años y tienen un hijo preadolescente, al que acusan de haber sido el causante del descenso de sus relaciones sexuales. «Que un hijo no tiene por qué bajar la pasión», puntualiza la actriz. Por su parte, Tomás y Silvia han preferido no casarse ni tener hijos y disfrutan de su vida en pareja los dos solos. O no tan solos…—Jordi Évole defiende a los golpistas encarcelados por atacar la Unidad de España—
Una noche de celebración, Tomás y Silvia les cuentan a sus amigos que practican el intercambio de parejas y que les encantaría compartir esa práctica con ellos. Lo que parece una confesión inocente, acaba desestabilizando por completo al matrimonio, ya que les obliga a hacer frente a la falta de pasión en la que viven sumergidos desde hace años. Al ver la química que tienen sus amigos, Julieta decide no resignarse y luchar por recuperar esa chispa con Adrián. Y para ello, entre los tres, tratarán de convencerle de que se lance a esta aventura.
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Aun así, el mejor momento de la noche llegó durante una de las pruebas de «El Hormiguero». María Casado ya sospechaba algo: «Ay, esa música…». El Monaguillo apareció con una figura de China, tamaño real. Pero es que dentro de esa figura… ¡sorpresa! Estaba su pareja. «Eres una compañera maravillosa, una madre de diez. Me gustaría que dentro de muchos años, cuando seamos viejecitos, nos sentemos en un banco y digamos ‘ha merecido la pena’. Por esto y por un millón de cosas más quiero preguntarte… ¿Quieres casarte conmigo?», dijo José Manuel Villalba. «Me has dado una vida increíble y me has dado el mejor regalo. Encontrar al padre de mi hija y al tesoro que tenemos en casa, supongo que en la cuna», contestaba la actriz mientras explicaba que su pareja no es «romántico, pero te sorprende con cosas como esta. Lo guarda todo para un cartucho».