SOBRE LA VIOLENCIA DE GENERO
Por Eduardo López Pascual para elmunicipio.es
Ahora que el mundo mundial se apresta a celebra unos días de los que podríamos llamar emblemáticos, en razón de su internacionalizad; ahora que se recuerda desde la muerte del pavo por el Día de Acción de Gracia, americano, hasta un Viernes negro -me niego a poner ese nombre en inglés-, el mundo del discurso políticamente correcto, parlamentos regionales, gobierno nacional, etc., se aprestan a conmemorar el Día contra la violencia de género, entendido este como agresión siempre del hombre hacia la mujer, aunque pienso yo que alguna vez es la mujer quien violenta al hombre e incluso lo mata.
Pero no hay que poner dudas al hecho irreversible de la triste realidad de una violencia machista de la que todos debemos de abominar, de rechazar, de condenar. Lo que ocurre, desde mi punto de vista, (que puede ser muy equivocado), es que hay demasiada parafernalia alrededor de este fecha contra la violencia a la mujer. Es, -creo y los datos me lo confirman- una decepcionante puesta en escena, dispuesta por lo general para los profesionales de la política, que tantas e infinitas demostraciones inventan para expresar esta condena, y me refiero a los múltiples spots publicitarios, a las repetidas manifestaciones oficiales y oficialistas, propaganda institucional o esas performances de mujeres desfilando con caretas, o simulando caer muertas con hombres muy solidarios que las recogen, y que no solo no hacen descender el número de víctimas, este año son ya cuarenta y cinco-, sino que lamentablemente vemos que ha aumentado.
Es decir, sin echar culpas a nadie, porque esto no es un Tratado analítico, la verdad es que hay mucho de posturéo en las acciones que lo políticamente correcto programa, pero sus resultados son muy pobres. Se habla de 50.000 mujeres asesinadas en el mundo, y llego a la conclusión- tal vez errónea pero real, de que esas iniciativas no conducen a que hayan menos agresiones machistas, o de género, porque el efecto placebo no da resultados. Menos propaganda “correcta” y más énfasis en la educación desde la escuela, desde la familia, desde el entorno de todos y cada uno de nosotros. Cada vez que se anuncia una agresión, multiplicado hasta el infinito, se favorece las condiciones para que otro descerebrado venga a imitarlas. Cada vez que una televisión o una radio, o una prensa, vocifera una muerte de mujer por violencia de género, parece como si fuera una llamada para que alguien se alimentara para agredir con una maldad irracional.
Una pregunta nos surge enseguida. ¿Es esa, la publicidad gratuita de los criminales actos de los violentos, la mejor manera de luchar a favor de la mujer? No lo creo. Para mí es hora de buscar otras formas que ayuden a erradicar esta lacra, pero no así, que ya sabemos lo que hay. A lo mejor, sería más útil menos celebraciones de galería y más ahínco seriamente en formar a las personas.
No sé puede escribir por escribir sobre este tema, sin tener formación o experiencia.
Teléfono contra el maltrato o violencia de género 016, personas con dificultad auditiva o del habla teléfono de texto 900116016.