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Falange Española de las JONS – La Falange: Hacia la deriva total

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Falange Española de las JONS y La Falange
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Sobre el anuncio de coalición Falange Española de las JONS – La Falange

Por Eduardo López Pascual para elmunicipio.es

Alguien lo tiene que decir, y aunque quizás no sea yo quien deba de avisar del asunto, feo asunto, de una posible coalición entre Falange Española de las JONS y FE la Falange, no tendré empacho en dar mi opinión al respecto, sabiendo de antemano que no seré bien venido ni en unos ni en otros. Pero la fuerza de la realidad anunciada, me ofrece recursos para expresar primero mi asombro por la noticia, luego de tantos desencuentros mutuos, y también – cómo no-, por la deriva que presentaría Falange Española de las JONS, a la cual no pertenezco precisamente por su ambigüedad en relación con lo que se entiende por democracia-, para desembocar en un horizonte anti sistema que, hoy por hoy, no nos corresponde ni por historia ni por estrategia, y por el contrario se contribuye, desde mi humilde opinión, a favorecer el mantra reaccionario que arrastramos desde tiempo inmemorial.


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No me parece una buena idea el que el grupo que dirige Norberto Pico, una sus manos y su praxis, aunque sea por un objetivo temporal como puedan ser unas elecciones al Parlamento Europeo. Con todo mi moderado respetos a la formación que representa Manuel Andrino, niego que esa unión sea un acierto por cuanto las formas por lo menos, no resiste un juicio positivo entre quienes aspiramos a la recuperación democrática del movimiento fundado por José Antonio Primo de Rivera. Ya me gustaría a mí, y por eso llevo luchando tantos años, que lo que es Falange y su doctrina Nacional Sindicalista, recogiera lo mejor de nuestra sociedad azul, pero con un sentido coherente con las exigencias del siglo XXI. Regresar a conceptos del pasado- acaso justificados entonces, pero invalidados hoy día-, no conducen sino a la desaparición de lo poco que nos queda.

Venir con mensajes anti sistema, nosotros, no tiene ninguna credibilidad, independientemente de que otros- la izquierda radical- que es su mundo-, aparezca en la política española y hasta consiga una cierta representación. Los falangistas deberíamos de acudir a la pugna doctrinal, sin renunciar a principios esenciales- nunca accidentales-, y lograr la atención de los españoles y, claro, pienso que ofrecer una imagen negando la misma entidad democrática, no tiene ningún futuro. Lógicamente no se trata de permanecer inmóviles en el tiempo, y es natural que queramos una revisión correcta de nuestras leyes, constitucionales y regionales, pero siempre desde la inteligencia y la acción, dentro de los derechos de una sociedad moderna.

Un intento de acabar con la dispersión falangista perdida en grupos y grupúsculos insignificantes, es de alabar, pero naturalmente, no se puede caminar con quienes, es mi criterio personal, va rompiendo los esquemas de acritudes democráticas. Los extremos nunca me han gustado, y eso nada tiene que ver con nuestra exigencia política, pero los tiempos de confrontación irregular, por decirlo de una manera fácil, no se corresponde con nuestro ser más que estar, no es bueno, pienso, unirse con quienes se han procurado un nombre nada democrático, que a veces, no se ajustaba a la verdad y, pero en casi todas las ocasiones las formas valen tanto como el fondo de las cosas. No voy a demonizar a ese grupo, sin embargo, pienso que Falange Española de las JONS (FE-JONS) no debe navegar en una pura deriva.

Eduardo López Pascual

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11 COMENTARIOS

  1. La envidia es muy mala consejera, y este artículo viene cargada de ella. No puede nadie, menos quien ha tenido cargo de concejal en el régimen anterior a 1977, ser medidor o cualificados de lo que es y lo que no es democracia. Tampoco nadie que ha fracasado estrepitosamente, en repetidas ocasiones vendiendo socialdemocracia con nombre de Falange, puede criticar a gente mucho más joven y con más futuro por delante.
    No soy falangista, me considero Nacional-Sindicalista Revolucionario, además considero que ningún partido registrado como falangista representa la doctrina Nacional-Sindicalista al 100%. Pero celebró que dos partidos que tienen más cosas que les unen que cosas que les separan, hagan coalición electoral y les deseo los mayores éxitos. Estaremos a la espera de ver su programa electoral y si contiene unos mínimos de Doctrina Nacional-Sindicalista, suficientes para darles el voto se le daremos.

  2. Faltan dos partidos políticos: MOFE y FA que no han comunicado por el momento nada y podrían ir juntas a las europeas.

    Ambos bloques podrían tener los mismos resultados.

    • Los mismos resultados?
      Que más quisieras tu “Anónimo”.
      Los dos que crítica el autor, por envidia, son mayoritarios entre los registrados Falange; los otros dos son diminutos, residuales y sin ninguna incidencia.

  3. Tampoco existe demasiada diferencia en cuanto a afiliados y simpatizantes. Por poner un ejemplo, si unos tienes 250 otros tienen 200 otros tienen 100. Es decir, no existe ningún grupo que resalte demasiado por encima de otros.

    Además, un cosa son los afiliados de este tipo de grupos políticos y otra cosa son los resultados electorales.

    Al fin y al cabo todo dependerá del presupuesto electoral que tengan unos y otros.

    • No nos engañemos, los dos grupos que menciona “Anónimo” no llegan a la centuria entre los dos. Los que critica, por envidia, el autor del artículo; tienen presencia en todas las regiones de España y además se abren a incluir otras formaciones Social-Patriotas a la coalición.
      En fin, que cada palo aguante su vela, los Nacional-Sindicalistas les daremos el voto “útil” si contemplan un mínimo de nuestra Doctrina en su programa.
      Con este comentario se cierra el debate. Los aludidos, de falta de democracia por envidia del autor del artículo, tienen suficientes personas y medios para defenderse ellos con su proyecto incluido.

  4. Completamente de acuerdo con Eduardo. FE de las JONS, con esta alianza, deriva hacia la ultraderecha más grotesca. ¡Una pena para ese partido que se llama igual que el que liderara José Antonio Primo de Rivera!

  5. “Todos ” tememos que nuestro particular ( ¡y añorado!) “falangistómetro sigfrediano” resuene alarmado,cuando “alguien” de entre nosotros desafine en nuestra personalísima magistratura joseantoniana. Siempre ha sido así,en nuestra patéticamente gloriosa historia.
    En la penuria actual, asumir el comprometido apelativo de falangista es-para mi-una garantía de predisposición para encontrar una “verdad doctinal”…que no es patrimonio de nadie.
    Los miles ,¿millones? de FSF (falangistas sin falange) seguimos teniendo,pese a todo,la maravillosa virtud de la esperanza.
    Arriba España.

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