El Presidente del Gobierno de España y Presidente del Partido Popular, Mariano Rajoy, pareció despertar ante el ascenso de su rival político más directo Ciudadanos, que se desprende de todas las encuestas.
En un extenso Comité de Dirección, el primero del año de este 2018, el presidente decidió convocar el máximo órgano de congresos del partido el día 15 para anunciar allí un calendario de actividades «muy potentes», para recuperar la iniciativa política en España.
El objetivo del jefe del presidente es elevar la actividad gubernamental pese a su minoría parlamentaria y recuperar las tradiciones banderas del PP mientras sus portavoces ponen el énfasis en los errores y ambigüedades de la organización política Ciudadanos.
Por otro lado, Fernando Martínez-Maillo, el hombre fuerte de Mariano Rajoy en la Calle Génova, anunció que el Ejecutivo reactivará las negociaciones para llegar a pactos de Estado sobre las pensiones, la educación y la financiación autonómica, planes guardados hasta ahora en un cajón. Además, reiteró la intención de aprobar los Presupuestos Generales del Estado, y ya ha mantenido contactos fuera de agenda en las fechas navideñas. «Reformas», proclamó el número tres del Partido Popular.
Mariano Rajoy ataca a Ciudadanos
En paralelo, Mariano Rajoy intentará reactivar al partido de cara a las elecciones autonómicas y locales del próximo año 2019. Constatada la alarma de sus principales barones ante el avance del partido naranja, la dirección nacional trabaja ya con un calendario de actividades y actos para explicar las políticas populares. «Saldremos de nuevo a la calle», según las fuentes consultadas, para tratar de llegar a su votante habitual.
Y, todo ello, poniendo en la diana a Ciudadanos. Fernando Martínez-Maillo empezó este lunes al término del Comité de Dirección. Se quejó de su abstención en la votación de la ley de prisión permanente revisable, con la que el Partido Popular cree que ha conectado con la gran mayoría de la ciudadanía. El coordinador general también volvió a denunciar la falta de iniciativa de Inés Arrimadas en Cataluña. «Si no lo hace, no serán un partido de gobierno», enfatizó.
Ya en el turno de preguntas, le recordaron que Ciudadanos condiciona la aprobación de las cuentas públicas a que el PP expulse a Pilar Barreiro, la senadora imputada por la trama Púnica. Fernando Martínez-Maillo dejó claro que, de momento, le respaldan y acusó al partido naranja de «sobreactuar» porque, a su juicio, no se ha incumplido el pacto de investidura que tienen para poder presidir el Gobierno de España.
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En este sentido, el coordinador general recordó que el Tribunal de Cuentas ha echado para atrás las cifras de la organización política de Ciudadanos y, pese ello, el Partido Popular no ha amagado con romper el acuerdo de investidura. Eso sí, no dudó en utilizar un largo rato en seguir criticando a la formación de Albert Rivera -Ciudadanos- por esta cuestión.
Lo que esquivó Mariano Rajoy fue la autocrítica por el batacazo electoral en la Comunidad Autónoma de Cataluña. Al menos, así lo transmitió el propio Fernándo Martínez-Maillo, que adujo falta de tiempo para ello. El hombre fuerte del presidente del PP pidió «calma» y consideró «ciencia ficción» extrapolar los resultados de dicha comunidad al resto de España. Si bien, las fuentes consultadas reconocieron el creciente nerviosismo en las estructuras locales y autonómicas.