La Sexta ayuda al separatismo en Cataluña
Por Eduardo López Pascual para elmunicipio.es
Desde luego es una impresión personal la afirmación de que la cadena de televisión conocida como la Sexta, y especialmente sus programas de contendido político como “Al rojo vivo”, o “La sexta noche”, entre otros, constituyen un firme apoyo a la causa nacionalista a tenor del tono casi laudatorio, o cuando menos bastante sorprendentemente comprensivo con todo lo que tenga relación con el separatismo en España, y de modo especial con el secesionista proceso catalán. Naturalmente, visto como está el patio en nuestro país, dicho esto bajo el amparo de lo presunto, no vaya a ser que yo pague el pato, aunque los demás puedan decir cuánto les venga en gana.
Sin embargo cualquier acusación que se me haga sobre mi opinión del trato que se le da a los independentistas en esa cadena, la secta (quiero decir la Sexta), cae por su base al ver la actitud siempre permisiva, siempre amable -que no está reñida con una intervención más rigurosa-, y de muy evidente cercanía a los propósitos de los golpistas, a los que entrevista como si estos fueran amigos de toda la vida y sus actos no tuvieran la gravedad de un auténtico asalto al Estado de Derecho que es España. Pero es que, además, si minutan los tiempos y los espacios concedidos a los protagonistas directos o indirectos del “proceso” catalán”, observamos que ocupan muy mayoritariamente la atención de los periodistas de la cadena; así siempre tenemos en antena a los Tardá, a los Rufián, a los Pujol, Rovira, y demás golpistas dando verdaderos mítines o discursos justificando su delito, y de paso, poniendo a España como un trapo, en una permisividad realmente inaceptable en otro país.
La noticia en este caso, lo que se refiere al golpe de Estado producido por el separatismo catalán, no debería de primar sobre la ética del trabajo periodístico, pero es que aquí, pienso, me parece, que presuntamente, la Sexta da una cobertura yo creo que amigable, incluso complaciente con los juicios y opiniones por lo menos alégales, que dan estas gentes, aprovechando la tan traída y llevada libertad de expresión.
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Cualquier desvarío de los secesionistas es acogida por los periodistas de la Sexta, con tal grado de empatía, que cualquiera diría que se alegran de sus afanes de ruptura. Y hay uno que utiliza en todo momento un despido con el “Suerte diputado”, sin pensar que la suerte de ese golpista es la desgracia de nuestra nación; ese ejemplo de complicidad se llama Antonio García Ferreras, un leonés que más bien parece un submarino catalán, para que se sepa. Por supuesto también la Cuatro y su presentador , un tal Hilario, ayuda a tener esta sensación de que todo lo que le moleste a España es bueno, quizá confundiendo al partido que gobierna con el Estado, pero al final nos queda un sabor a traición al pueblo español. Más parece que hace falta que esas dos cadenas, revisen sus programas y dejen, para siempre, esa actitud de rendibú a unos discursos y unos hechos que son condenables en cualquier Estado Democrático del mundo.
