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Más represión con la ley de memoria
Por Eduardo López Pascual para elmunicipio.es
A mí no me extraña nada el proyecto de reforma, para peor, que sobre la Ley 52/ 2007, si no me falla el recuerdo, ha presentado en forma en el Congreso de los diputados, en la que según muchos analistas, cualquier cosa que se escape del discurso correcto en relación con la Ley de Memoria Histórica, puede considerarse motivo de culpa, penada con multas, o lo que sería gravísimo, con petición de cárcel y pérdida de libertad.
Ese intento de agravar todavía más la citada Ley, presentado por la jurista del PSOE, Margarita Robles, – quién lo diría-, con ese sectario cúmulo de normas redactadas tal como pienso y piensan muchas personas, independientemente de su filiación política, supone un grado elevado de intimidación a una gran parte de los españoles que, haciendo uso de su libertas personal, puedan opinar sobre distintas fases de la Historia nacional, estrictamente analizadas como hechos objetivos, cuya exposición no deba considerarse como exaltación del régimen pasado, sin especificar ni delimitar cuándo sería motivo de ilegalidad, por lo que los españoles tal vez no puedan ni siquiera estudiarlos.
Significaría el peligro, por ejemplo, de que un español cualquiera, por decir por escrito o por palabras, que entre mil novecientos cincuenta y mil novecientos sesenta, el ministerio de la Vivienda en el régimen franquista, se construyeron más de un millón de viviendas protegidas, o de que la resistencia en la sierra de Alcubiérre y el sitio de Teruel fueron altas muestras del valor de los ejércitos nacionales. Lo mismo ocurriría si alguien dijera que durante los treinta años después de la guerra se hicieron cien pantanos, pudiendo ser todo ello causa de un procedimiento penal, eso sí, por supuesto sin la menor atención al famoso artículo 20 de la actual comunicación española. Otro caso de reprobación e incluso de cárcel podría ser decir que el analfabetismo bajó hasta índices prácticamente inexistentes, o que España en la década de los sesentas alcanzó el octavo lugar del mundo entre los países más industrializados del mundo.
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En fin, ¿dónde queda nuestra libertad, nuestros derechos, si no nos dejan estudiar nuestra propia historia, culpándonos de hacer apología del franquismo? Personalmente, lo he dicho muchas veces y no me importa repetirlo, no soy franquista, pero también afirmo donde sea, que yo tampoco soy antifranquista. Como no soy monárquico, pero entiendo que tenemos una Constitución y que si la queremos reformar o sustituir habrá que hacerla por los medios recogidos en la propia Ley de Leyes,
Lo demás es pura muestra reaccionaria.
No eres franquista?
Entonces porque fuiste o pudiste ser concejal por el tercio familiar en aquel régimen?
Eres contradictorio o tienes afán de protagonismo ante cualquier noticia?
Con la Ley de memoria quieren que España se convierta en un sistema totalitario. Coincido plenamente con el autor del texto.
Además no se puede repetir la historia que es al final lo que están buscando. Un pueblo que olvida su historia esta obligado a repetirla y el caso es que ganaron los nacionales.
Completamente de acuerdo con el texto. La Ley de memoria historíca solo tiene por objetivo ir a por lo símbolos de unidad que tenemos en España.
La memoria histórica solo es el intento de ganar una guerra 80 años despues de perderla.