Soraya y Cospedal competirán para presidir el Partido Popular
El enfrentamiento político y personal que Soraya Sáenz de Santamaría y María Dolores de Cospedal mantienen durante años se convertirá ahora en una competición directa por la sucesión de Mariano Rajoy.
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El Mundo / Las dos han anunciado esta mañana su intención de presentarse como candidatas a la Presidencia del Partido Popular en el Congreso Extraordinario de los días 20 y 21 de julio. Santamaría lo ha hecho a través de Twitter y a partir de las 13 horas atenderá a los medios de comunicación en la puerta del Congreso de los Diputados y Cospedal lo ha hecho público ante sus compañeros de partido en la reunión de la Junta Directiva del PP de Castilla-La Mancha, la organización de la que es presidenta regional.
Las primeras elecciones internas en el Partido Popular
El Partido Popular se prepara ahora para acoger la guerra entre ambas a cara descubierta. Por su condición de secretaria general nacional desde hace 10 años Cospedal tiene apoyos repartidos por todo el territorio, que se ha ido granjeando, sabiamente, en los últimos años. Muy desgastada, eso sí, por ser la voz de los populares en el estallido del caso Gürtel y, después, del caso Bárcenas, combatió la corrupción dentro, pero la amparó fuera -un lastre ante el electorado- con la tesis de que todo era una campaña contra el partido. Aunque su figura se ha recompuesto en el interior y el exterior del PP por su trabajo como ministra de Defensa, su afán de acumular cargos la han alejado de la militancia.
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La secretaria general había transmitido que sólo intentaría presidir el PP si Alberto Núñez Feijóo no lo hacía (su idea inicial era apoyarlo) y que lo haría para hacer frente a Santamaría. Ese momento ha llegado. Ha comenzado justo esta mañana cuando por fin las dos han desvelado sus intenciones después de que ayer el dirigente gallego confirmara que se queda en Galicia y no intentará presidir el partido.
Los seis dirigentes para presidir el Partido Popular
Con Sáenz de Santamaría y Cospedal son ya seis los dirigentes que han hecho pública su intención de presidir el PP en sustitución de Mariano Rajpoy. El vicesecretario de Comunicación, Pablo Casado, lo hizo ayer y también el ex ministro de Exteriores, José Manuel García-Margallo, y el militante valenciano José Luis Bayo. El sábado lo hizo el responsable de Asuntos Internacionales del PP, José Ramón García Hernández.
La candidatura de la ex vicepresidenta se ha dado por hecha prácticamente desde la renuncia de Mariano Rajoy. Desde el principio ha evitado descartarse mientras personas de su entorno sondeaban a los barones en busca de apoyo territorial. El bloque que le apoya dentro del PP cree que tiene una «oportunidad» por una serie de circunstancias. Diputada, mujer, tiene 47 años y está muy bien valorada entre el electorado de centro derecha. Los suyos piensan que sería una buena candidata frente a Pedro Sánchez, Albert Rivera y Pablo Iglesias. Por eso, internamente se pensaba que se decantaría por presidir el PP aunque también lo hiciera Feijóo.
Los sorayos piensan que dará la sorpresa en la votación entre la militancia, que por primera vez podrá escoger entre los posibles candidatos. Esta es la lectura que se hacía hasta que ayer el vicesecretario de Comunicación del PP, Pablo Casado, de 37 años, dio la sorpresa y anunció que se presentaba como representante del denominado sector joven del PP, diputados, senadores, cargos territoriales de entre 30 y 45 años.
Además de que Casado supone la gran renovación generacional del PP, se trata de un dirigente menos ligado a Rajoy, pese a que ha estado en la cúpula popular, que Santamaría y Cospedal. A él se le contempla como una tercera vía, una alternativa a la pugna entre las dos mujeres más poderosas del PP. El joven vicesecretario tiene el lastre de la investigación judicial sobre su máster en la Universidad Rey Juan Carlos, el mismo que Cristina Cifuentes, aunque él está convencido de que se archivará.