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¿Qué es la disfunción eréctil? Un repaso a lo que debes saber sobre sus causas, síntomas y prevención
Se conoce por disfunción eréctil o impotencia sexual masculina a la incapacidad persistente en el tiempo para conseguir o mantener una erección que dé lugar a una relación sexual satisfactoria para ambos componentes de una pareja.
Lo primero que debemos aprender es a identificarla, sabiéndola diferenciar de otro tipo de problemas sexuales, tales como pudieran ser la falta de deseo, las alteraciones de la eyaculación o los trastornos del orgasmo.
La impotencia o disfunción eréctil es, por desgracia, una enfermedad frecuente que causa grandes trastornos a todos los niveles: en el ámbito más íntimo y personal, con la aparición de multitud de complejos y una baja autoestima, a nivel de relaciones, causando estragos en la pareja, en las relaciones con la familia, incluso en el entorno laboral y social.
La manera en que a los hombres le afecta psicológicamente este trastorno suele ser de carácter grave, por este motivo es primordial entender que todos los varones pueden llegar a tener problemas en algún momento determinado para tener una erección a lo largo su vida, especialmente cuando se dan una serie de circunstancias, como estar cansados, estresados, o cuando se encuentran bajo los efectos del alcohol y las drogas.
En esta ocasiones, y si el problema desparece posteriormente y no se alarga en el tiempo, no hay de qué preocuparse. Es importante saber diferenciar estas situaciones, completamente normales, de un trastorno real, porque el estrés juega muy malas pasadas y podemos vernos afectados cuando en realidad no nos pasa nada, avivando y manteniendo un problema que en realidad no existe.
Para estos problemas puntuales, pueden utilizarse pastillas para la erección, pues es más que probable que si conseguimos gracias a ellas tener relaciones satisfactorias, no se resentirá nuestra autoestima ni empezaremos a preocuparnos por un fantasma irreal que solo habita en nuestro subconsciente.
Lo mejor en estos caso, para asegurarnos de que no tienen efectos secundarios sobre nuestro organismo, y que se trata de un producto totalmente seguro, es recurrir a productos naturales, como las mejores pastillas para la ereccion sin receta que encontrarás tras este enlace.
El hecho de que no se necesite receta para conseguir este tipo de pastillas, no hace más que avalar que son seguros y que no hay nada que temer, pues no tienen efectos adversos.
Causas que originan la disfunción eréctil: aprende a conocer sus síntomas y cómo prevenirla
Hay varios factores que dan lugar a que se produzca este trastorno, entre los que destacamos las causas psicológicas, causas vasculares, causas neurológicas, causas hormonales y causas farmacológicas.
Debemos ser conscientes de que al igual que no hay de qué preocupares, como decíamos con anterioridad, si este trastorno aparece de forma esporádica, sí es obligada la visita al médico si se repite durante un periodo de tres meses o superior, pues aparte del daño psicológico que cdon toda probabilidad causará en el paciente, puede esconder una enfermedad subyacente que necesite ser tratada.
En relación a los síntomas asociados a este trastorno, el principal de ellos es un cambio en la calidad de la erección en todos los sentidos, tanto en términos de rigidez, como en la capacidad de mantenerla.
Si el origen de este trastorno es físico, uno de los principales indicadores que encontraremos es la incapacidad de tener o mantener una erección al despertarnos por la mañana. Sin embargo, si el origen es psicológico, la impotencia se suele producir durante un periodo de tiempo concreto, como una situación de estrés, y después desaparece.
En materia de prevención de la disfunción eréctil, y ya que esta se relaciona en multitud de ocasiones con otras enfermedades, es llevar un estilo de vida saludable y evitar cualquier hábito que pueda repercutir negativamente en nuestro estado de salud en general, especialmente fumar, abusar del consumo del alcohol, de la ingesta de grasas saturadas… pues afectan negativamente a las arterias y las venas, así como llevar una vida sedentaria y evitar siempre que sea posible cualquier situación que produzca estrés.
Si atendemos a estas medidas preventivas, estaremos aumentando nuestra salud a todos los niveles y evitarán la mayoría de los males de nuestro tiempo: la diabetes, la obesidad, el colesterol alto, la degeneración de las células que produce el tabaquismo y que afecta a todo el organismo, la aparición de numerosos tipos de cáncer, la ansiedad, la depresión…
Así que la mejor prevención es mantenerse sanos y activos, con una perfecta combinación de ejercicio y buena alimentación y suprimiendo cualquier tipo de sustancia tóxica que ataque a nuestras defensas naturales.
