4 factores esenciales a la hora de escoger un cirujano
Someterse a una intervención quirúrgica, del tipo que sea, es una decisión que merece la pena evaluar en profundidad.
Cuando nos referimos a evaluar la elección de un cirujano para someterse a una operación, la mayoría de veces pensamos en cirugía plástica. Algo normal, ya que en España otro tipo de intervenciones en su mayor parte se encargan de hacerlas cirujanos de la Seguridad Social, y pensamos que no tenemos elección.
Sin embargo, también en este campo podemos escoger al especialista que nos atienda. Estos 4 consejos, que se han recopilado gracias al Instituto de cirugía plástica Dr. Fabrizio Moscatiello, sirven tanto para una operación de estética como para una situación en la que se necesita consultar con otro tipo de especialista.
Contacto directo con el profesional
Antes de pasar por quirófano es fundamental que tanto el cirujano como el paciente se conozcan y entablen una relación de confianza mutua. De este modo, tanto uno como otro pueden exponer las cosas de forma abierta, algo esencial para que la operación o cualquier otro tratamiento sean exitosos.
Todo esto solo se puede hacer de forma adecuada cuando es el propio cirujano quien se encarga de ello. Da igual si se trata de la otoplastia, una operación de orejas en Barcelona muy solicitada, o de programar una cirugía de mayor envergadura. Siempre surgirán preguntas que nadie como el propio cirujano podrá responder, además de que necesitará que el paciente le proporcione información importante para realizar su trabajo lo mejor posible.
Cualificación y especialización
Cuando se acude a la consulta de un cirujano en un hospital público, es evidente que se tratará de alguien que cuenta con la titulación necesaria para la intervención que se va a hacer. Sin embargo, en la medicina privada es fundamental asegurarse de que es un especialista en el campo de la cirugía que se quiere usar. Para ello existen registros oficiales en los que se puede buscar el nombre del cirujano, y ver si realmente está titulado, así como las especialidades a las que se dedica.
Experiencia para valorar cuál es la mejor intervención
La máxima de que la experiencia es un grado es muy cierta en campos como el de la cirugía. Un experto no solo puede valorar qué tipo de intervención es la mejor para cada caso, sino también arrojar luz acerca de ciertos problemas.
Un ejemplo sobre esto es el denominado síndrome del glúteo medio, muchas veces confundido con la ciática. En realidad no tiene nada que ver con esta, ya que ni siquiera comparten su origen. Un mal diagnóstico puede ser peligroso porque los tratamientos a utilizar deben ser muy precisos, y si no se hacen bien, lo único que se consigue es agravar aún más el problema. A veces será necesaria una cirugía, pero no siempre hace falta llegar a ello. Un cirujano con experiencia suficiente sabrá valorar tanto el tipo de problema que hay como la mejor manera de intervenir.
Comentarios de otros pacientes
Saber cómo les ha ido a otras personas en casos similares siempre es un factor determinante al escoger un cirujano. En caso de que haya familiares o amigos que se hayan operado, podemos consultar con ellos cuál ha sido su experiencia y determinar si nos interesa ponernos en las mismas manos.
En el caso de que no haya ningún contacto cercano que lo pueda hacer, y dependiendo del tipo de cirugía, se puede buscar en Internet la opinión de otros pacientes, siempre que sean medios reconocidos como foros especializados, ya que no todo lo que circula por la red es relevante o cierto.
Estos son los 4 pilares en los que basar la elección de un cirujano. Tanto si se trata de una operación de estética como si necesitamos someternos a alguna intervención por motivos de salud.
