A vueltas con el Valle de los Caídos
Por Eduardo López Pascual para El Municipio
Que el actual presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, típico representante de los socialistas españoles, se ha metido en un feo jardín con eso de remover el Valle de los Caídos y de sus circunstancias, llevado de un resentimiento político que no se entiende en personas que apenas vivieron la época del dictador, es algo incomprensible en un personaje de tan alta responsabilidad. No solo por el empecinamiento que demuestra, al intentar llevar a cabo una revisión torticera y sectaria del asunto, poniéndose a los criterios- algunos bien fundados-, de la Comunidad religiosa que cuida del lugar, o de las familias que solo desean el reposo final de sus allegados, sino que desprecia de manera grosera, las indicaciones que la ONU, esa institución supranacional a la que aparentemente se acoge, o eso decía, para poner sus manazas en Cuelgamuros.
Naturalmente la respuesta que dio el Relator Especial de la ONU, para la promoción de la verdad y la justicia, Sr, Pablo de Greiff, encargado para temas de esta naturaleza, y que ha sido perversamente ocultado a toda la opinión pública, era que la intención o el proyecto socialista para intervenir en el Valle de los Caídos, tendría que ser mediante un consenso mayoritario con Todas las fuerzas Políticas. Y a mayor razón, la Comisión de Trabajo de las desapariciones forzadas, del Grupo de Derechos Humanos, ratificaba en su acuerdo de 20 de julio de 2014. O sea, este gobierno socialista, conocía muy bien y a tiempo, las resoluciones de la ONU, para evitar cualquier controversia y mucho más, cualquier situación de disputa y riesgo entre los españoles.
Además tienes que ver la siguiente información relacionada pinchando en el enlace —Comunicado de la Familia Martinez-Bordiú Franco—
Estos datos que no están redactados por ningún facha de película, ni por supuesto, de ningún anti-demócrata, o nostálgico de tiempos pasados, y desde luego por mí, que ya he expuesto de mil formas mi idea acerca de este maltratado asunto, sino que aparecen en primera página del periódico digital OK DIARIO, de 4 de agosto del Año actual 2018 no ofrece duda alguna, le guste o no.
Por supuesto a estas alturas, no sabemos que decisión tomará el jefe del Ejecutivo español, pero me da la impresión de que le será muy difícil salir airoso de esta situación, que él mismo se ha buscado, por un sectarismo impropio de quien ostenta la presidencia de un Gobierno de todos los españoles, no solo de los de su cuerda. En caso de no atender las indicaciones de la ONU, o del Grupo de Derechos Humanos, mal argumento podrá ofrecer para explicar porqué su empeño en realizar un acto que en absoluto une a sus ciudadanos, al contrario, despierta viejas rencillas, odios innecesarios, posiciones antagónicas, tranquilidad perdida. Y no está el horno para bollos. En bien de la convivencia, la mejor aspiración de todo gobernante, dejemos la fiesta en paz.
