Detenidas 9 personas tras sembrar el pánico en el Metro de Valencia
La Policía Nacional ha detenido a nueve hombres tras desatar el pánico en el metro de Valencia al realizar proclamas religiosas y gritos de «somos todos pecadores», «vamos a morir» o «arderemos en el infierno».
Según han informado a EFE fuentes de la Policía Nacional, los hechos ocurrieron la noche del pasado sábado, sobre las 22.45 horas, cuando un grupo de personas entraron en un convoy de la línea 3 de Metrovalencia repartieron panfletos con proclamas religiosas.
También tienes que ver la siguiente información relacionada —Pánico en el Metro de Madrid tras escuchar disparos en el interior de los vagones—
Entra las proclamas, gritaron frases como «somos pecadores», «vamos a morir» o «arderemos en el infierno», y sobre las drogas y la religión, lo que provocó un gran revuelo entre los pasajeros que llevó al conductor incluso a detener el metro, cuando circulaba entre las estaciones de Xàtiva y Alameda, en la ciudad de Valencia.
Más información relacionada —Robo en vivo por el método del ‘mataleón’ en el Metro de Madrid—
Ante los gritos de los hombres los pasajeros «se asustaron» y cuando el convoy se detuvo salieron en estampida, en la que resultó herida leve una joven.
Al lugar se desplazaron agentes de la Policía Nacional que identificaron y detuvieron a los nueve hombres, de nacionalidad alemana y de entre 19 y 37 años, que se negaron a abandonar el convoy a instancias de los vigilantes privados de Metrovalencia. Los nueve detenidos han pasado a disposición del juzgado de guardia de Valencia, han informado las mismas fuentes.
![Pinterest](https://pinterest.com/pin/create/button/?url=https://elmunicipio.es/2018/08/panico-en-el-metro-de-valencia/&media=https://elmunicipio.es/wp-content/uploads/2018/08/gritos-religiosos-vagon-metro-valencia.jpg&description=Detenidas 9 personas tras sembrar el pánico en el Metro de Valencia al realizar proclamas religiosas y gritos de "somos todos pecadores" y una joven herida.){kind=link}
Latinoamericanización de las grandes ciudades españolas, qué pena. Somos ya el tercer mundo, como dijo el turista yanquee agredido por los manteros senegaleses en Barcelona